La actividad en las agencias que organizan campamentos de idiomas en el extranjero debería ser frenética a las puertas del verano, según los servicios profesionales de idiomas Speak&Go Idiomas. En un año normal todas estarían ultimando los detalles para arrancar sus estancias en países anglosajones en pocos días. Sin embargo, este mes de junio el sector de los idiomas en el extranjero se enfrenta a un panorama bien distinto.

El coronavirus ha echado por tierra la campaña estival en la que la mayoría de ellas factura entre el 70 y el 80% de su volumen actual. El sector calcula que más de 100.000 adolescentes se han quedado sin su curso de inglés en el extranjero este verano y prevé que muchas agencias se verán abocadas al cierre. Nuestro país, seguido de Italia y Rusia, es el que más estudiantes aporta cada año para el estudio de idiomas en el extranjero, especialmente del inglés, que acumula el 98% de la demanda.

“El verano se presenta muy duro”, dice Silvia García, socia fundadora y directora de Speak&Go Idiomas. “Estamos sustituyendo los campamentos de verano por cursos online con nuestras familias irlandesas y americanas para quienes lo piden pero, obviamente, no tiene la misma demanda”.

Las agencias se enfrentan a pérdidas millonarias ya que el desplome de las reservas les ha obligado a realizar en muchos casos la devolución de los importes abonados a los que hay que sumar los desembolsos realizados para la reserva de los billetes a las aerolíneas y los depósitos a las escuelas proveedoras.

“A todas estas dificultades se suma el hecho de que destinos muy demandados, como Inglaterra y Estados Unidos, han sido duramente golpeados por la pandemia y a los que, además, se les une otros problemas como el Brexit en el caso de Reino Unido y las revueltas raciales en el caso de USA. Todos esto son factores que aumentan la desconfianza y la inestabilidad”, apunta García.

Salvar los años escolares

Ahora los esfuerzos de las agencias se centran en salvar los llamados “años escolares”, las estancias de curso completo en un país extranjero para realizar el año académico. El sector sigue con expectativa las decisiones que se adoptan en cada país y las medidas que estos aprueban respecto al resto de nacionalidades.

“Todos tenemos la vista puesta en septiembre con la vuelta al cole de los años escolares que se mantienen en todos nuestros los destinos. Quizá en Estados Unidos o Canadá puedan empezar este año algo más tarde pero, en general, estamos tranquilos con estos programas porque todos los países están adoptando importantes y numerosas medidas para minimizar el riesgo sanitario. Además son programas tan enriquecedores que compensa que se pueda asumir al principio que haya algunas jornadas telemáticas, pero lo mismo que puede suceder en España”, dice Silvia García.