Las autoridades han detenido a un peluquero acusado de narcotráfico porque una inmensa mayoría de sus clientes eran calvos. Este es el extraordinario caso que ha ocupado en los últimos días los medios italianos y que ha llegado hasta nuestro país.

Los hechos han ocurrido en la ciudad de Génova, al norte del país europeo, después de que la Policía observara con sorpresa que muchas de las personas que supuestamente iban a cortarse el pelo a este lugar no lo necesitaba porque eran calvas. La Comandancia Provincial de Génova ha emitido más información en un comunicado donde se cuenta que las autoridades “habían notado un extraño ir y venir en la tienda del hombre, propietario de una barbería en el barrio de Foce, con la entrada y salida incluso de personas calvas, que previsiblemente no necesitaban un corte de pelo”.

En este momento, el personal que trabajaba en lo que empezó a ser un caso a investigar, comenzó a desplegar un dispositivo de vigilancia para conocer cuál era la verdadera que actividad que se desarrollaba en el interior del local. De repente, se dieron cuenta de que el motivo por el que estas personas acudían a la peluquería no tenía nada que ver con el negocio que el hombre utilizaba como tapadera, sino con la obtención de sustancias estupefacientes.

Aunque deslizan que algunas de las personas que iban al sitio sí que lo hacían para cortarse el pelo, destacan que muchas de ellas combinaban la actividad con la compra de droga. “Algunos clientes, de diferentes edades y profesiones, acudían únicamente con el objetivo de adquirir estupefacientes, mientras que otros mezclaban el corte con la compra de una o más dosis”, exponen.

Fue en ese momento cuando la policía pasó a la acción y registró el interior del negocio. Aquí descubrieron una entreplanta en la que se almacenaban 100 gramos de cocaína, varias básculas de precisión y materiales para envasar las sustancias. También encontraron en el domicilio del protagonista de estas líneas varios gramos de hachís.