La Policía ha detenido a María Sevilla, presidenta de la asociación Infancia Libre, por sustracción de menores. Tras dos años en paradero desconocido, junto a su hijo con dificultades para hablar y escribir con once años y sin escolarizar, han sido hallados en una finca de Villar de Cañas.

Sevilla tan sólo le dejaba salir de la finca “unas pocas horas al día”, según desvelan los investigadores que apuntan a que llevaba “una vida salvaje”. Fueron hallados el pasado viernes y la presidenta de la asociación habría tomado esta decisión después de perder la custodia por sentencia firme.

Sevilla se negó a entregar a su hijo con su padre y decidió echarse al monte con él, su actual pareja y la hija de ambos. Su ubicación ha sido volátil, pues ha pasado por localidades de Andalucía, levante y País Vasco, hasta que se estableció en Villar de Cañas, una pedanía próxima a Tarancón, según explican los agentes de la Unidad Adscrita de la Policía Nacional en los juzgados de Plaza de Castilla.

“Una vida salvaje”

Así describen los investigadores las condiciones infrahumanas en las que vivía la familia. Residían en una finca de 6.000 metros cuadrados y los agentes atestiguan que la hija pequeña de la pareja apenas hablaba, sino que “los olisqueaba”.

Además, han podido comprobar como la fe evangélica de María Sevilla ha sido crucial en este caso. Cuando los investigadores le retiraron a su hijo, la presidenta de la asociación le apremió para que se llevara con él “un ejemplar de la Biblia” cuando esta fue detenida.

Cabe señalar, que María Sevilla ejerció como asesora de Podemos en los últimos años en materia de abusos de padres en calidad de presidenta de la asociación Infancia Libre. No obstante, ya no colaboraba con la formación morada.