El cantante Raphael reunió el pasado sábado a casi 5.000 personas en el Wizink Center de Madrid, dando así el primer concierto multitudinario en tiempos de pandemia a pesar de que en los últimos días los contagios se estén incrementando. 

Desde la dirección del recinto anunciaron y probaron que se cumplieron todas las medidas de seguridad preventivas ante el virus, pero las imágenes del evento solo generaron polémica en las redes sociales por la cantidad de gente que acudió. Con el comienzo de la Navidad, en la que solo podrá haber reuniones de 10 personas en las fechas señaladas, y la posible llegada de la "tercera ola", toda precaución es poca.

Este lunes, el propio Raphael se ha pronunciado sobre la ocurrido en su cuenta de Instagram con un mensaje de agradecimiento a sus seguidores y destacando las medidas de seguridad con las que tuvo lugar el evento. “Escribo estas líneas para daros las GRACIAS por el INMENSO apoyo recibido durante este fin de semana; no solo a mis conciertos, si no a la CULTURA SEGURA, en ‘jaque mate’ desde el inicio de la pandemia”, escribía al principio.

“La crisis sanitaria está provocando meses más que difíciles para todos, incluido el sector cultural; por ello, en la medida de lo posible, quise comprometerme para recuperar la música en directo. Hemos trabajado muy duro para ofrecer un concierto con las más estrictas medidas de seguridad, prevención y, por supuesto, cumpliendo la normativa vigente. Entre todos, hemos aportado nuestro granito de arena a la causa”, ha señalado.

El artista volvía a reiterar en su enorme agradecimiento al público al final de su mensaje, aludiendo así a los próximos encuentros que se producirán en un futuro: "espero que nos reencontremos pronto con el mismo sentido de responsabilidad que hemos demostrado hasta la fecha. OS QUIERO”, finalizaba.

Discrepancia de opiniones

El médico Javier Padilla fue el primer experto en mostrar una opinión esclarecedora sobre este acontecimiento. Mediante un hilo que publicó en su cuenta de Twitter, recordaba a sus seguidores los riesgos que este acto conllevaba, desde la misma congregación de tanta gente en un espacio cerrado como los contactos posteriores que estos puedan mantener con terceras personas, donde apuntó que estaba "el incremento real del riesgo".

En la misma línea, se posicionaba un "disgustado" Salvador Illa, que aseguraba que "no son tiempos para ello" aludiendo a las fiestas navideñas y el reciente incremento de casos a nivel nacional.

Sin embargo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, le restaba importancia al asunto asegurando que la situación en la región "no es tan mala", aludiendo el problema principa a los contagios que se dan en el ámbito doméstico.