La protagonista de una de las imágenes más representativas del París romántico que todos tenemos en la cabeza ha pasado a mejor vida. Hablamos de Françoise Bornet, la mujer que fue inmortalizada por Robert Doisneau besándose con su pareja de aquel entonces frente al ayuntamiento de París en 1950. "Estaba con mi amante. Seguimos besándonos. Nos besábamos en todas partes. Todo el tiempo. Robert Doisneau estaba en el bar y nos pidió que posáramos para él", aseguró en ese momento Bornet.

La pérdida de la mujer, que contaba con 93 años, ha sido a consecuencia de un accidente doméstico en su domicilio, situado en la localidad de Évreux, en la región de Normandía, tal y como han publicado algunos medios franceses. Su desaparición, que tuvo lugar este 25 de diciembre, supone un adiós a la protagonista de una imagen que ha sido reproducida miles de veces en todo tipo de medios de comunicación tras su publicación en la revista ‘Life’. Un éxito que no solo ha contribuido a agrandar la imagen del París romántico que todos tenemos en la cabeza sino además es un ejemplo representativo como imagen histórica del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Pero esta fotografía también ha sido objeto de algunas disputas a finales del siglo XX. Y es que fue a partir de los años 80 cuando la imagen comenzó a popularizarse y distribuirse en todo tipo de soportes, lo que hizo a los protagonistas de su imagen – tanto la propia Bornet como Jacques Corteaux, su amante en aquel entonces – demandar al fotógrafo, en aquel momento ya un anciano, a reclamar una compensación. Sin embargo, no consiguieron nada porque el fotógrafo pudo demostrar no solo que la fotografía fue consentida, sino que además les pagó.

La hija de Robert Doisneau posa junto a "El beso", la célebre fotografía de su padre

La hija de Robert Doisneau posa junto a "El beso", la célebre fotografía de su padre

Quién fue Robert Doisneau

Robert Doisneau, nacido el 14 de abril de 1912 en Gentilly, Francia, fue un fotógrafo icónico que inmortalizó la vida cotidiana con su lente magistral. Un arte, el de la fotografía, que aprendió de forma autodidacta y también gracias a la ayuda de Vigney, un escultor-fotógrafo con el que trabajó en 1932 y que además le prestó valiosa información bibliográfica gracias a la cual profundizó en el arte de capturar imágenes.

Posteriormente estuvo trabajando para la empresa Renault como fotógrafo industrial hasta 1939. Es en este momento cuando es despedido de la compañía, momento que aprovecha para tomar imágenes por su cuenta sobre los temas que le interesaban. Especialmente le interesaba retratar el costumbrismo urbano –tema en en el que los niños ocupaban un lugar especial en su producción—así como los acontecimientos sociales sin olvidar los retratos, tema en la que podría entrar un retrato de alguien tan célebre como Picasso como una portera parisina.

Para Doisneu la fotografía no era otra cosa que “parar la vida para luchar contra la muerte, pero es una lucha perdida desde el principio” afirmó unos años antes de morir en Madrid, ciudad que visitó con motivo de la presentación de una exposición sobre su obra realizada en el palacio del marqués de Salamanca en 1990.