Isaías Lafuente descubrió a Clara Campoamor ya de adulto. Pese al gran mérito de esta mujer, a la que debemos el reconocimiento del derecho al voto a las mujeres en 1931, era la gran olvidada. Por supuesto durante el franquismo, pero también en los primeros años de la democracia, cuando los libros de texto escolares no dedicaron ninguna línea a la lucha de esta pionera del feminismo. Con motivo del 90 aniversario del reconocimiento del sufragio femenino, ha escrito un libro ‘Clara Victoria’ (Planeta), en el que recoge “la crónica del debate que cambió la historia de las mujeres”, tal y como explica en el subtítulo. No es la primera gran crónica de este periodista que se define como “feminista imperfecto” sobre la figura de Clara Campoamor. En 2003 escribió 'Agrupémonos todas', un ensayo sobre la lucha de las mujeres españolas por la igualdad en el que había un capítulo dedicado a ella y en 2006, publicó ‘La mujer olvidada’, una ficción novelada sobre su lucha.

Entrevistamos a este periodista apasionado de la palabra, la justicia y los hechos en la Cadena SER, donde cada tarde comparte sus reflexiones y buen hacer periodístico con los oyentes del programa ‘Hoy por Hoy’.

"Me parecía un poco increíble que un joven del siglo XXI conociera más a la nieta del dictador, que a Clara Campoamor"

PREGUNTA.- ¿Qué relación tienes con Clara Campoamor, porque no es el primer libro que escribes sobre ella?
RESPUESTA.- Es un interés meramente ciudadano. Cuando escribí el libro de 'Agrupémonos todas' fui a buscar datos a mi Espasa Calpe, editada en los años 80, y no estaba Clara Campoamor. En ese momento estaba concursando en 'Mira quién baila', la nieta de Franco. Me parecía un poco increíble que un joven del siglo XXI conociera más a la nieta del dictador, que a Clara Campoamor. Y a partir de ahí empecé a bucear en sus libros, en los diarios de sesiones, en lo poco que hasta entonces se había escrito de ella para recuperar su figura. No sé cuál fue la primera noticia que tuve de Clara Campoamor, pero sí de cuándo no tuve noticias de ella, que fue haciendo EGB, en BUP, en COU y haciendo cinco años de facultad, con varios años que teníamos asignatura de Historia. Ahí nadie me habló ni del debate del sufragio ni de Clara Campoamor. 

P.- ¿Crees que el paso del tiempo ha hecho justicia en relación a la figura de Clara Campoamor?
R.- Poco a poco. Clara Campoamor tuvo la mala suerte de morir antes que Franco. Seguramente se hubiera resistido un poquito más, la hubiéramos visto regresar, como vimos regresar a la Pasionaria o a Victoria Kent. Es posible que a lo mejor algún partido la hubiera reclamado y que, a lo mejor, hubiera sido diputada como la Pasionaria. Pero murió en el exilio y no hubo ni un solo periodista que se fuera a Lausana para entrevistarla. La figura de Clara Campoamor fue oscurecida por la dictadura por razones obvias y después digamos que la memoria democrática no la recuperó en un primer momento.

Con motivo del 75 aniversario, sí que se dio un paso adelante. Por ejemplo, el Gobierno de Zapatero declaró el Día del Sufragio y le hizo un busto para que entrase en el Congreso de los Diputados. Se recuperó un poco su memoria, pero sigue siendo una gran desconocida y, entre quienes se han lanzado a conocerla, hay fenómenos de apropiación indebida, por parte de los liberales, por ejemplo. Después hay un fenómeno que me parece que es muy perverso, que es utilizar a Clara Campoamor como arma arrojadiza contra tu adversario político.

"Decir que el PSOE votó en contra del sufragio, como ha hecho Pablo Casado, es indecente"

Lo que está haciendo la derecha sobre el papel que jugó el Partido Socialista Obrero Español en el debate del sufragio, me parece sencillamente indecente. Hay cosas que se siguen sosteniendo como que el PSOE se opuso al sufragio, que sencillamente es mentira. Pablo Casado ha sido el último que lo ha dicho, hace bien poco con motivo del 90 aniversario del voto femenino, cuando dijo que los socialistas se opusieron y que su líder votó en contra. Largo Caballero votó a favor del sufragio sin ningún tipo de dudas en las tres votaciones que se hicieron al respecto en 1931. Decir esto puede ser por ignorancia supina, que es bastante malo, o por una perversa intención de retorcer la historia, manoseando a una figura enorme como Clara Campoamor. 

"Tienen suficiente documentación como para saber que aquello que manifiestan es mentira"

P.- ¿Qué crees que pesa más, la ignorancia o la manipulación?
R.- No conozco la mente de cada uno de los que dicen este tipo de barbaridades, pero lo que está claro es que tienen suficiente documentación como para saber que aquello que manifiestan es mentira. Pueden ir al diario de sesiones del Congreso y ver lo que sucedió. Y en el caso de Pablo Casado el pecado es un poquito mayor, porque Alberto Ruiz Gallardón ya metió la pata en el Pleno del Congreso y por replicar a Elena Valenciano que los socialistas se opusieron al sufragio. Tuvo que disculparse el Gobierno de Mariano Rajoy y reconocer que efectivamente esa afirmación no era cierta. Así que me inclinaría más a una cierta manipulación de la historia en beneficio propio. 

P.- Eres muy activo, no sólo en tu programa de radio, también en redes sociales, enmendando la plana a algunos políticos que manipulan la verdad. ¿Alguna vez se han puesto en contacto contigo para reconocer su error?
R.- No, ni a través de las redes sociales, ni me han llamado personalmente para nada ni yo necesito ninguna disculpa. La que necesita una disculpa es Clara Campoamor y aquellos a los que se les niega ahora su aportación. El PSOE es un partido centenario y mira que hay cosas que se le pueden reprochar, pero desde luego en aquella ocasión tuvo un acierto y fue un acierto, claro. Es verdad que Indalecio Prieto estaba a favor de aplazar el voto, que no en contra del voto, porque pensaba que la mujer no estaba preparada o estaba sometida también. También Margarita Melken, que era diputada del Partido Socialista, se había manifestado en contra de conceder en ese momento el sufragio a las mujeres. Pero se dice que votó en contra y ni siquiera participó en el debate. Ella fue elegida en la segunda vuelta de las elecciones y llegó al Congreso el 19 de noviembre, mientras que este debate se produjo entre el 30 de septiembre y el 1 de octubre. Es que ni siquiera estaba ahí. 

Tanto PSOE como ERC, los dos partidos históricos que han sobrevivido hasta ahora, votaron a favor del sufragio en 1931

Los dos partidos históricos que han sobrevivido hasta el siglo XXI son el Partido Socialista Obrero Español y Esquerra Republicana de Catalunya y los dos votaron a favor del sufragio esta. Esto es lo que es, un hecho detestable. Es un hecho absolutamente incontestable.

"El Partido Socialista aportó la mitad de los votos para que el sufragio pudiera salir adelante y el resto fueron abstenciones, pero no hubo ni un solo voto en contra"

P.- Sí hubo un debate interno en el PSOE
R.-En ese momento el PSOE era el partido con más solera histórica y mayor potencia organizativa. Hizo un Congreso extraordinario antes de que se abrieran las Cortes Constituyentes para fijar posiciones y ahí se fijó la posición a favor del sufragio. En la víspera de votar se ya el artículo concreto también hubo una reunión del grupo parlamentario en el que se decidió que había que cumplir con ese compromiso y que los que no estuvieran a favor, se abstuviesen. Y así se produjo. El Partido Socialista aportó la mitad de los votos para que el sufragio salir adelante y el resto fueron abstenciones, pero no hubo ni un solo voto en contra.

El partido liberal de Clara Campoamor la dejó sola en la votación, pese al intento de Albert Rivera de apropiarse de su lucha

Es que es tremendo. O cuando Albert Rivera dice en un tuit, te lo digo de memoria, que Clara Campoamor consiguió el sufragio gracias al apoyo de los liberales y teniendo en cuenta a los socialistas. Sucedió justo lo contrario. Tuvo el apoyo socialista y, sin embargo, todos los liberales de su partido le dieron la espalda. Del Partido Republicano Radical solamente uno votó a favor y Clara Campoamor. La dejaron sola.

P.- ¿La mentira muchas veces repetida se convierte en verdad, con las redes sociales como amplificador?
R.- Hay mucha gente que se fía de aquellos que van difundiendo este tipo de mentiras y se va extendiendo. Veo un problema añadido, en este momento, para muchos ciudadanos, la primera fuente de información y a veces la única son las redes sociales. Es decir, no tienen elementos de comparación porque después no leerán un libro sobre el acontecimiento, ni leerán un artículo, ni harán una búsqueda en Google donde hay datos ciertos sobre lo que sucedió, ni por supuesto se van a ir al Diario de Sesiones del Congreso, que ahora está también en línea.

El diputado Manuel Hilario Ayuso defendió que la mujer era histérica, con lo cual no podía votar, pero que con la menopausia adquiría la serenidad suficiente para hacerlo

P.- Algunos de los extractos del Diario de Sesiones recogen frases tremendas sobre la mujer. ¿Cuál era el sentir de la calle en relación al sufragio?
R.- Aquello que se escuchó en las Cortes era lo que estaban en la calle. Se manejaron dos tipos de argumentos. uno era el de la incapacidad absoluta, que era el que manejaba Roberto Novoa Santos, que era un tío muy prestigioso en España y en Europa, y que tenía en su gabinete, en su departamento, a muchas mujeres, entre ellas las tías de María Teresa Fernández de la Vega, la que fuera vicepresidenta del Gobierno. Este hombre creía en la mujer excepcional y, en ese caso, sí consideraba que había que darle camino profesional en su caso, incluso político como era el caso de Clara Campoamor y Victoria Kent. Pero en general, digamos, defendía ese criterio de la incapacidad. Había otro que desarrollaba la idea. Era Manuel Hilario Ayuso, que decía que la mujer era histérica, con lo cual no podía votar, pero que con la menopausia ella adquiría la serenidad suficiente para hacerlo. Este hombre propuso que los hombres votasen a los 23 años y las mujeres a las 45. Este tipo de cosas fueron las que se escucharon en aquellas Cortes, donde estaban los hermanos Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno, estaba Azaña, estaba Gregorio Marañón... toda la intelectualidad de aquella época. También se escuchó el criterio de la oportunidad. Es decir, las mujeres no sólo son capaces de votar, sino que además tienen el derecho de hacerlo, pero todavía no está preparada porque está sometida al padre, al hermano, al marido o al sacerdote. 

"Hubo hombres que se rebelaron ya que Clara Campoamor no llega al Congreso con los votos de las mujeres, llega con el apoyo de más de 50.000 hombres"

Estos son los elementos que se manejaron en aquel momento y los compartían tanto hombres como mujeres de aquella sociedad machista. Sin embargo, hubo hombres que se rebelaron ya que Clara Campoamor no llega al Congreso con los votos de las mujeres, llega con el apoyo de más de 50.000 hombres que decidieron que ella podía representarles en el Congreso. Tampoco saca el sufragio con el apoyo de 160 mujeres, saca con el apoyo con 160 hombres y su voto. En aquella sociedad, tanto en España como en Europa, había un choque. No solamente se producía en España, se producía en Europa.

"Victoria Kent no supo leer bien el momento histórico y se refrenó como lo hicieron muchos otros republicanos"

 P.- Victoria Kent apoyó el criterio de la oportunidad frente al sí rotundo de Clara Campoamor, ¿qué relación tuvieron ambas?
Las dos eran unas figuras públicas muy relevantes y se conocían perfectamente. El debate entre ellas fue duro, pero educado y respetuoso. Nunca jamás fueron amigas, pero sí que se respetaban profundamente, tanto en lo personal como en lo profesional. Clara se sintió dolida con el no de Victoria al sufragio. En aquel momento Victoria, que era una mujer preparada, que creía en la igualdad, feminista, no supo leer bien el momento histórico y se refrenó como lo hicieron muchos otros republicanos. Cometió un gran error.

"La vida política de Clara Campoamor vira desde un centro progresista hacia la izquierda"

P.- ¿Dónde estarían estas dos mujeres ahora? ¿En qué posición política?
R.- Esta es la gran pregunta. En este caso también se manipula mucho la historia de Clara Campoamor, porque todo el mundo la sitúa en el centro, en ese centro liberal que se reclama ahora e incluso hay algunos que la ponen en el centro derecha. Ella comienza a militar en Acción Republicana de Azaña, pero no encuentra un lugar para participar en las elecciones y se va al Partido Radical, donde le ofrecen un puesto en las listas electorales. En ese momento el Partido Radical se situaba en ese centro y cuando pacta con la CEDA, que sería equiparable a cuando Ciudadanos admite el apoyo de Vox, ella se va del partido. Se despide con una carta tremenda a Lerroux diciendo que está traicionando absolutamente todos sus principios. Entonces intenta entrar en Izquierda Republicana, que es donde entonces militaba Victoria Kent, y le niegan la entrada. 

Por tanto, la vida política de Clara Campoamor vira desde un centro progresista hacia la izquierda. No sé dónde hubiera terminado. Yo no puedo hablar por Clara Campoamor, pero sí que puedo documentar lo que hizo Clara Campoamor y quiso estar en las listas del Frente Popular

"Clara Campoamor era una demócrata convencida, como ella mismo dijo, alejada del fascismo y del comunismo, pero una mujer progresista"

P.- Hay algo en lo que seguro que jamás habría caído que es en interpretar el feminismo como lo contrario del machismo, como hacen muchos en la sociedad actual.
R.- En materia de igualdad, ni un paso atrás y de eso sí que tenemos noticias en las cartas que escribe a sus amigas desde el exilio vemos cómo expresa su dolor por ver que en países como Francia, Italia o la Suiza en la que vivía, no habían alcanzado lo que se logró en España en el año 31. En Suiza, que parecía el paraíso de la igualdad y de la modernidad, las mujeres votaron en los años 70. 

Lo peor de Clara Campoamor es el desierto que se produce en el exilio, donde ya no la conocemos políticamente. Cuando abandona España, digamos que se dedica a otras cosas y hubiera sido apasionante verla. Era una demócrata convencida, como ella mismo dijo, alejada del fascismo y del comunismo, pero una mujer progresista.

"Si tiene una virtud VOX ahora, como lo tuvo Roberto Novoa Santos hablado de histerismo de las mujeres, es que va a las claras y no hay ningún tipo de dudas sobre su posición ideológica"

 

P.- En la España de 2021 es verdad que se ha avanzado mucho con respecto al año 31 en temas de igualdad, pero tengo la sensación de que tras la irrupción de Vox en el panorama político y la derechización del Partido Popular, estamos como dando pasos hacia atrás en materia de igualdad. ¿Crees que estamos dando pasos atrás?
R.- Afortunadamente todavía no se han dado pasos atrás porque no gobiernan, pero pueden hacerlo y se están entendiendo todas las señales de alarma. Si tiene una virtud VOX ahora, como lo tuvo Roberto Novoa Santos hablado de histerismo de las mujeres, es que va a las claras y no hay ningún tipo de dudas sobre su posición ideológica en esta materia. 

Esas señales las tenemos que considerar porque muchos de los derechos que se han consolidado no están en la Constitución, están en las leyes. Una de las cosas que se intentaron en el año 31, por ejemplo, fue sacar el voto de las mujeres de la Constitución para llevarlo a la ley electoral. ¿Por qué? Porque si las mujeres votan mal, que lo dijo algún diputado, se podría cambiar la ley inmediatamente y volver atrás.

"Todos los derechos que se han ido conquistando están, digamos, al albur de que haya una mayoría suficiente que permita modificar esas leyes"

Tenemos una gran Constitución que ha dado muchísimo de sí, por ejemplo con el matrimonio homosexual, algo que ni se les ocurrió a los constituyentes, que cupo finalmente. Pero está reconocido en una ley, no en la Constitución. Es decir, todos los derechos que se han ido conquistando están, digamos, al albur de que haya una mayoría suficiente que permita modificar esas leyes. Tenemos que tener mucho cuidado con esto. Tengo una cierta preocupación, sobre todo por VOX, ya que el PP, que llevó al Constitucional el divorcio, el aborto, el matrimonio homosexual, cuando gobernó no se atrevió a cambiar ninguna de estas leyes.

P.- ¿Y si se ve obligado a gobernar con VOX?
R.- Si VOX entra en un gobierno con el Partido Popular, veremos cuál es su capacidad de resistencia para mantener cosas que, por fortuna, están enraizadas en España y nos han convertido en un país puntero en derechos sociales.

"Conseguir los derechos cuesta muchísimo y, sin embargo, se pueden dinamitar en cinco minutos"

P.- ¿Olvidamos fácilmente las lecciones de la historia?
R.- Este libro, mirado desde una mirada de presente, también ilustra bastante bien. Lo que se consiguió en aquel debate fue una lucha de por lo menos de 120 años de historia, desde la primera Constitución de Cádiz, que se considera muy liberal, pero que a las mujeres la situaba al mismo nivel que a los esclavos y los niños. Esos 120 años de historia se cambian con este debate, en el año 31 y en el año 36 se dinamita con la Guerra Civil. Conseguir los derechos cuesta muchísimo y, sin embargo, se pueden dinamitar en cinco minutos.

La historia no se repite, pero se parece mucho y se están encendiendo señales de alarma muy parecidas a las que se encendieron en aquel momento, ya en este debate del 31, cuando se discutió la cuestión religiosa. Gil Robles se marchó por la aprobación de esos artículos y dijo que su único objetivo era acabar con aquella Constitución. Tardaron cinco años, pero lo consiguieron. Entonces hay que estar muy pendientes de lo que la historia nos ha ido dejando. Hay que vivirla como se conduce un coche: siempre avanzando y mirando al frente, pero con los retrovisores muy bien situados. Ahora hay algunos coches que nos están viniendo por detrás a una gran velocidad.

"Si mañana los españoles con nuestro voto decidimos que Vox esté ocupando una vicepresidencia de gobierno, pues no lo tendremos que hacer mirar"

P.- ¿Qué piensas de la política de las palabras gruesas y el pim pam pum en la que estamos instalados?
R.- Tenemos un dilema bastante profundo y es qué hacer con ese tipo de cosas. La intención es clara, no importa lo que piensen, porque han conseguido el titular. ¿Tenemos que dar eco a esto o ignorarlo? Creo que hay que responder para que cuando el ciudadano se acerque a las urnas, vote informado. Es decir, si mañana los españoles con nuestro voto decidimos que Vox esté ocupando una vicepresidencia de gobierno, pues no lo tendremos que hacer mirar. Porque información no ha faltado y creo que ellos se han manifestado claramente. Los ciudadanos tienen que elegir y decidir.

"La Constitución no tiene mecanismos que impidan que mañana, con una mayoría suficiente de 3/5, que es la que la propia Constitución establece, pueda convertir este país en otra cosa"

P.- Igual que no se podía impedir el voto de las mujeres por si votaban mal, tampoco se puede retirar el voto a los partidarios de VOX.
R.- La apología del franquismo es un asunto que la democracia española no ha sabido solventar bien, como sí hizo Alemania al trazar una líneas rojas que aquí no tenemos. Es más, la Constitución no tiene mecanismos que impidan que mañana, con una mayoría suficiente de 3/5, que es la que la propia Constitución establece, pueda convertir este país en otra cosa. No hay ninguna previsión constitucional que ponga un dique a eso. 

"Me fío de la figura de Felipe VI, pero si robara o defraudara a Hacienda, pasaría lo mismo que con su padre. No lo podríamos juzgar"

P.- Sin embargo, sí hay un blindaje para el rey.
R.- El blindaje para el rey es absoluto. Que por cierto, ahora nos hemos enterado de que ha hecho unas pequeñas cosas el rey emérito y resulta que no le podemos juzgar porque es inviolable. Y tú dices vale, cometimos un error en el 78 porque llevamos la inviolabilidad muy lejos, pero es que tampoco lo estamos arreglando. Yo me fío de la figura de Felipe VI, pero si robara o defraudara a Hacienda, pasaría lo mismo que con su padre. No lo podríamos juzgar. Me asombra la incapacidad de reacción. Si nos equivocamos, pues corrijamos. ¿O es que a alguien le interesa tener un jefe del Estado que pueda hacer lo que le dé la gana hasta rozar el delito y que no le pase absolutamente nada? Esto sí que sería una familia real, siendo una familia bastante irreal.

"Si tienes sentido de la justicia y sentido común, sólo se puede creer en la igualdad"

P.- ¿Cómo llegaste al feminismo? ¿Lo mamaste en tu casa?
R.- Nací en la última etapa del franquismo, y viví esos años en los que los payasos de la tele cantaban lo de aquella niña que no podía jugar porque tenía que planchar. Con festivales de la OTI en la que llevábamos canciones cuya letra decía ‘rómpeme, mátame, pero no me dejes, no mi vida’. En este caldo de cultivo machista me han educado. Soy el pequeño de doce hermanos y mi familia era absolutamente tradicional. Mi padre murió joven y mi madre me inculcó algo que era el sentido de la justicia, el sentido común. Si tienes sentido de la justicia y sentido común, sólo se puede creer en la igualdad. Inocular a las mujeres el pensamiento de que son inferiores, eso hay que hacerlo muy a fondo y a mí jamás me lo hicieron. No tuve una caída del caballo. Lo viví como algo natural hasta que de repente, con 30 años, una amiga me dijo ‘Tú eres muy feminista’. No tenía conciencia de ello, porque entonces pensábamos que ser feminista era pertenecer a una asociación, a un colectivo que, además, solía ser de mujeres.

Digamos que soy un feminista imperfecto. O digamos un machista de nacimiento que me he ido quitando poco a poco, que también hemos tenido que hacer nuestro trabajo. En eso estamos todos, porque estamos rodeados de micromachismos.

P.- ¿Algún micromachismo inconfesable?
R.- Seguramente tendré muchos, pero no soy consciente de ello. Evaluando mi vida, por ejemplo, en la relación doméstica, hay cosas a las que no llego porque no me lo pide el cuerpo, pero no es porque yo sea machista. Sin embargo, mi mujer sí que llega. Es fruto de su educación, es decir, cree que debe hacer determinadas cosas. Pero bueno, teniendo en cuenta de dónde venimos, algunos no hemos salido del todo mal. Espero que la próxima generación salga todavía mejor y no tenga que plantearse ningún tipo de cosas.