Cita a Shakira y María Jiménez como referentes para su inspiración artística, ella, una figura del folk pop manchego que se dará a conocer al público general a través de sus pantallas en la segunda edición del festival televisado más popular en España, el Benidorm Fest 2023, con su participación durante la segunda semifinal y, si recibe el apoyo del jurado popular y profesional, también en la final del 4 de febrero.

Atrás queda un Cri Cri mediante el cual representó un estilo de música con sonidos y movimientos del folclore de Castilla-La Mancha durante la gala con la que Televisión Española dio a conocer a los 18 artistas que formarán parte del certamen y será el próximo 2 de febrero cuando Karmento, de nombre real Carmen Toledo, se suba por primera vez al escenario para interpretar su Quiero y duelo, pero antes hemos conversado con ella sobre algunos temas como su trayectoria artística, su propuesta para esta preselección nacional hacia Eurovisión, festival europeo donde representaría la candidatura de España en caso de convertirse en la ganadora, y su opinión sobre anteriores ediciones de ambos eventos musicales.

PREGUNTA (P): ¿Quién es Karmento como personaje artístico?

RESPUESTA (R): Nunca acabo de tener una respuesta clara. Surge en un momento de mi vida en el que yo estaba viviendo en Malta. Me había ido un tiempo a descansar, a ponerme en silencio. Estaba empezando a componer, aunque en realidad ya desde España había hecho alguna composición de canción, y allí me encontré dos cosas importantes. Una fue un vórtice de músicas, fusiones y gente que había venido de otras partes del mundo que me permitió meterme en diferentes sitios. Pude empezar a cantar y dejar brotar públicamente lo que hacía. Apareció también David, que es mi mánager. Estábamos con una pequeña resurrección vital y los dos nos encontramos.

Fue ahí donde empezó a cuajarse la idea de que lo que hacía tenía un valor, pero yo básicamente lo que soy es cantautora. Esa palabra está un poco antigua, pero no deja de ser una persona que compone y que hace sus letras y su música. A raíz de ahí, nos planteamos la posibilidad de crear un proyecto un poco más serio y profesional, que fue muy amateur al principio. Tengo un recuerdo increíble del momento cantautora por los barecitos de diferentes ciudades y luego retomarlo con más fuerza para el segundo álbum, que es un poco lo que nos ha traído hasta aquí.

P: ¿Qué ha incorporado Carmen en su personaje artístico de su lado más personal?

R: La relación entre Carmen y Karmento es de dos tías que tienen que estar permanentemente hablando y comunicándose. A veces me llevo a mi vida privada a Karmento y lo que pasa es que me ha permitido esa parte más de disfrute del foco, del artisteo y de lo creativo. Me ha permitido darle un alter ego y hacerlo a gusto. Probablemente lo que le aporto desde Carmen es la serenidad, la capacidad de visionar lo que realmente quiere. Cuando estoy poseída por Karmento soy más folclórica, más chula. Aparento ser más fuerte incluso, pero luego soy muy vulnerable y sensible. Esa parte le aporta algo muy especial al personaje.

P: ¿Cómo resumirías tu estilo y también tu carrera profesional en la música?

R: Hago parte de la canción de autor y va caminando y conduciéndose a través de la música. En realidad, es un poco pop también porque al final es música popular de alguna forma. Lo que pasa es que sí que tiene sonidos de lo que se consideraría folk en este momento. Diría que, si tuviese que encajarse en un género, se encajaría en el género folk español porque no deja de coger la herencia, las músicas que vienen del folclore de diferentes sitios. Eso es lo que hago con un fuerte peso del escenario, incluso de la propia presencia escénica, aunque eso en realidad se nota más en los conciertos.

P: A la hora de crear tus obras musicales, ¿qué géneros y que artistas son para ti principalmente una fuente de inspiración?

R: La inspiración me viene de muchos sitios porque a veces no viene de los artistas o los músicos. A veces la inspiración viene de tu vecina María, que sale a tender y le gusta cantar una saeta de su pueblo. Mis principales influencias han sido mi crianza, todo el cantoreo y todo lo que tiene que ver con la música de patio a patio. Lo que pasa es que luego vas creciendo, vas moviéndote y tengo recuerdos de escuchar muchísimo a gente que admiro: Shakira, The Cranberries, María Jiménez, Carmen París… Mujeres que icónicamente han planteado formas femeninas o formas de posicionarse y de estar en la música.

La copla es una influencia para mí. Yo recuerdo en mi casa de pequeña cuando veía Cine de barrio los sábados por la tarde, que me subía a la mesa de la salita a taconear ahí porque es que bailar a mí… He sido artista de toda la vida en realidad. Recuerdo que estabas entre Marisol y Rocío Dúrcal y entre la Pantoja y Rocío Jurado, que es también lo que se ha escuchado en casa. Eso es influencia total de mi arte.

P: ¿Cómo fue la primera acogida del público y cómo se ha mantenido hasta ahora?

R: Yo confío en mi proyecto, en lo que planteo y en la música que hago, pero teníamos la duda de, cuando esto lo lancemos al gran público, si esto se va a entender y qué tipo de sensaciones va a generar la propuesta de Karmento. La verdad es que la recepción fue bastante buena. Sentimos que rápido se entendió el concepto, pero con Quiero y duelo reafirmamos eso.

A mí me encantó cómo la recibió la gente. Me parece que tiene una entrada delicada y emocional y es un soplo de aire fresco al que igual la gente no estaba muy acostumbrada. Bueno, no todo el mundo, la gente escucha de todo, pero nos sorprendió que se empezó a escuchar mucho. Me vienen mensajes preciosos de gente que ha conectado con la canción y su vivencia personal. Al final uno de los objetivos de la música es llegar a la experiencia universal de lo humano, de lo que todos vivimos y, a través de eso, poder curar o atravesar tus crisis.

Creo que se está manteniendo, de hecho, estamos muy contentas porque hace poco incluso tuvo una viralización de escuchas en Spotify. No sé hasta dónde se llama viral, pero, de repente, estaba entre las 50 más escuchadas de España, así que la sensación es que se está acogiendo bien.

P: ¿Tienes alguna anécdota sobre una reacción a tu canción que te haya sorprendido?

R: Yo no veo mucho estas historias porque eso me quita del foco, pero tengo un recuerdo de una de las reacciones que me gustó de un tipo que no hablaba español. Estaba escuchando la canción y decía sin parar: “It’s so cultural! It’s so cultural! [“¡Es muy cultural! ¡Es muy cultural!”]. Yo entendí perfectamente lo que estaba diciendo. O sea, una persona que no entiende mi idioma está entendiendo que aquí hay cultura, que aquí hay identidad cultural porque es una canción que la tiene, además muy concreta. Me gustó porque pensé que, si esto se entiende, lo que tienen que entender en un lugar donde no saben lo que digo igual es esto. Tiene sentido en Eurovisión. Va un poco de esto, de llevar el sonido de tu lugar.

P: Este año se han ampliado de 16 a 18 los participantes del Benidorm Fest. ¿Cómo se lleva tener tantos compañeros o rivales, según como lo veas?

R: Son un poco las dos cosas. Uno de los objetivos que tiene esto y por lo que me gusta estar aquí es porque en realidad entre todos tenemos que construir una propuesta de valor que digan: “¡Cómo lo han hecho en España! ¡Qué bien están eligiendo a los artistas! ¡Cómo estamos viendo los matices de la cultura y la identidad de este país!”. Eso es lo que tenemos que intentar hacer como pueblo, ganar calidad en cuanto a riqueza cultural y musical.

No lo pienso mucho. Cada uno de mis compañeros y compañeras tienen algo esencial en lo que están aportando. Están ahí porque se merecen estar ahí, si no, no estarían. No lo miro ni siquiera como una competición. A veces, si te dejas llevar por ese pensamiento, te vuelves un poco loquilla. Eso a mí no me gusta. Lo que tengo que hacer es lo mismo, compita con quien compita, entonces estoy muy tranquila.

P: En la gala de presentación de los artistas en Televisión Española hemos visto que combinas el canto y el baile por igual. ¿Qué nos puedes adelantar sobre lo que tienes preparado en el escenario del Benidorm Fest como puesta en escena?

R: En mi equipo está Aroa Morales, artista manchega que dirigió La manchega en la azotea, y el trabajo escenográfico está dirigido por Javier Pageo. Estamos creando un equipo para hacer una propuesta que yo pueda sostener, en la que yo me pueda sentir a gusto y que esté al servicio de la historia que quiero contar.

La referencia que últimamente utilizo es la historia del cuento Disney. Vamos a contar una historia que intente ser coherente entre lo que esté pasando con lo que yo estoy diciendo y, cuando termine, la gente haya entendido exactamente lo que estoy contando. Es una propuesta delicada. Tiene gusto, esencia, trabajo con la luz, refugio, viaje. No voy a decir nada muy concreto porque quiero que lo veáis. En la línea de lo que yo hago, en realidad.

P: ¿Nos podrías dar una pista a nivel visual sobre lo que veremos de ti?

R: Voy a ir descalza. Tiene sentido con lo que voy a plantear.

P: ¿Con qué elementos jugarás o a cuáles les darás más importancia sobre el escenario?

R: A la interpretación, al propio tema, a la luz y a la raíz.

P: ¿Qué fue lo que te llevó a presentarte al Benidorm Fest y, por consiguiente, puede que a Eurovisión? ¿Eres seguidora de ambos festivales?

P: Soy seguidora intermitente, como me pasa con muchas cosas. No soy una gran mitómana en general. Me encanta lo que veo de la gente, pero yo en realidad voy un poco a golpes. Mi presentación al Benidorm Fest fue muy natural, casi un golpe de entraña y de instinto. Yo estaba en un camerino a punto de salir a otro show en el que canté una copla. Estaba en el escenario, supongo que con el alter ego venido arriba, y vi la final. Resulta que seguía a cuatro o cinco proyectos de los que se presentaron y pensé: “Aquí hay una propuesta de valor”.

Sentí que yo quería estar ahí. Me salió. Tú notas por dentro cuando algo te dice: “P’alante”. Estuve pensándolo, claro, porque hay que pensar mucho también los contras. Si tiene sentido en tu estrategia, en tu camino profesional… Pero al final dijimos: “Vamos p’alante”.

P: Con respecto a la edición del año pasado, ¿cuál fue tu propuesta favorita y con cuál te identificaste más?

R: No lo había seguido de manera muy intensa hasta que llegó. Me gustaban Rigoberta, Tanxugueiras y a Javiera Mena también la seguía. A mí la que me impactó fue la de Rayden. De hecho, fue por eso por lo que, cuando llegó el momento, me dice mi mánager: “Oye, ¿tú quieres que lo intentemos con Javier Pageo, que es el que hizo la de Rayden?”. Dije: “Por favor, vamos a intentarlo”.

Hubo algo que a mí me gustó mucho ver de manera muy específica. No significa que en el resto no, pero yo ahí vi un trabajo fino. Me gustó muchísimo la puesta en escena. Me parece que estaba muy bien pensada, muy comprometida con la historia. Subió a mi primer puesto de repente, cuando Tanxugueiras, casi por afinidad artística, se entendía que me podía gustar mucho y Rigoberta, también, pero me pasó eso.

P: Y con las que han representado a España a lo largo de toda la historia de Eurovisión. ¿Cuál es tu favorita?

R: Yo tengo una especial afinidad con el La, la, la de Massiel inevitablemente porque me gusta ese personaje, la canción. Los cantos populares sin letra a mí me van bien, los uso mucho porque me parece que es donde puede conectar todo el mundo.

P: ¿Cuál es tu canción favorita de siempre de cualquier país en Eurovisión y con cuál te identificas más?

R: A mí me gustaron mucho, por ejemplo, de los últimos que recuerdo, los italianos que ganaron hace dos años [Måneskin]. Y yo fui fan de Loreen porque me parece que planteó algo un poco salvaje que a mí me llamó. Yo recuerdo estar bailando con mi amiga la Chari ese verano, la de cantidad de veces que bailábamos Euforia cogiéndonos el culo, que era un baile que nos gustaba mucho.

P: Hay ganadores de Eurovisión que han prescindido del calzado en su vestuario, aunque es cierto que otros participantes no han corrido la misma suerte. ¿Cómo encaja esto en tu actuación? ¿Tiene algún simbolismo?

R: Se le puede buscar, por supuesto. Me parece que los elementos que metas en una actuación tienen que tener sentido. A mí me conecta más cantar descalza como representante de España después de Remedios Amaya para ver si hemos avanzado lo suficiente como para entender que descalzas han bailado y cantado todas las culturas, las tribus... Casi todos los bailes populares en un montón de lugares del mundo se han bailado conectados a la tierra de forma directa. Entonces me parece que en realidad estar calzado es casi más antinatural que ir descalzo para cantar y bailar.

P: Y con respecto a la letra de tu canción, Quiero y duelo, podría referirse, por ejemplo, al proceso de participación en los dos festivales porque quieres ganarlos, ¿pero está doliendo? En el caso de Chanel, la ganadora del Benidorm Fest del año pasado, ha confesado que sufrió con las críticas.

R: Es un ‘quiero’ y ‘duelo’ siempre porque cuando eres artista tú sabes que crecer equivale a exponerte más. Es inevitable, va junto. La exposición conlleva una pérdida de control y el riesgo de que estés sometida a la crítica y a la evaluación permanente. Hasta que no eres artista o te dedicas a algo público, no te das cuenta. Puede ser escribir o lo que sea que tenga un foco grande de exposición.

Hay una parte de mí que dice que, si el destino quiere que con mi canción y mi rollo llegue ahí, yo le agradeceré a la vida y haré lo que tenga que hacer. En esto me siento súper agradecida de estar donde estoy. Hay otra parte de mí que dice: “¡Madre mía! Qué necesidad de irme a Eurovisión. Qué locura, qué lío”. O sea, tú vas con tu linde de trabajo y tus cosas y te metes en este universo, esta pantalla, pero es que como llegue la pantalla siguiente ya no sabes dónde vas a caer en la linde. No sabes si vas a poder volver aquí, si te toca aquí arriba… Es una locura. Entonces, vamos a ver, con Quiero y duelo lo viviré.

P: ¿Cuál es el mensaje principal que quieres enviar al público con tu canción?

R: La vida es muy insignificante, aunque tengamos este ego tan extraño que parece que la vida es larguísima y somos tan importantes. En realidad has venido a pasar una cantidad de tiempo aquí y has venido a ser lo que eres. Lo mejor, lo más honesto, lo más coherente y lo más bonito que puedes hacer en esta vida es intentar encontrar cuál es tu talento, cuál es tu pasión, hacia dónde te pide la vida avanzar y poner tu compromiso y tu responsabilidad en eso. Yo he descubierto que es el arte y, en este caso, la música.

Ese compromiso es el mensaje que yo quiero lanzar: ‘¿Qué vas a hacer? Si es que no te queda otra’. Cuando sientes esa llamada de una forma tan clara, cualquier intento de esquivarla al final te lleva a un lugar. No has venido a cumplir sueños de otros ni ha venido a cumplir normas que no son tuyas. Ese es el mensaje principal.

Y hay otro, que también es importante, que tiene que ver con la necesidad de establecer una relación pacífica entre lo que te precede y lo que viene después de ti, es decir, entre tu pasado, tu pertenencia, tu familia, tu sangre, tu crianza, etc. y ese camino. La necesidad de que cuando amemos a alguien le queramos como es y le apoyemos en sus opciones. Yo he tenido una suerte increíble con mi familia. Mi madre, en el ‘quiero’, y mi padre, más en el ‘duelo’, han estado respetando esas decisiones. Cuando encuentras a gente joven que no acaba de encontrar en su familia esa especie de reconocimiento de quién son, se sufre mucho. Y al final te vas a morir igual.

P: ¿Tú eres de las que compone o canta letras con un mensaje abierto a la interpretación o eres más directa como Shakira?

R: Es una reina. La que lía la tía. Lo clava. Yo creo que es un poco de las dos cosas. Para mí, casi siempre, de alguna forma tiene un lugar de donde se ha creado la canción o una experiencia mía que me lleva a inspirarme. Los humanos tenemos cuatro crisis. Mi amiga la Vane me dice: “Tía, en la vida vamos a tomar, como máximo, cinco decisiones importantes. Las demás son todas ligeras y banales y no tienen ninguna mayor relevancia”. Esas cuatro o cinco decisiones importantes, esos cuatro ‘quiero’ y ‘duelo’ importantes, esos momentos de tránsito nos definen a todas las personas. Al final son mensajes universales y pretenden serlo.

P: ¿Te da más seguridad ver cómo se va a desarrollar antes la primera semifinal?

R: No sé si la voy a ver, te soy sincera. Luego la veré seguramente, pero como me protejo muchísimo de no generarme tensión voy a ser un poco precavida de más. Vamos a ver cómo me siento para ver la primera semifinal. Si no, la veré después, no pasa nada. Cuando vi que estaba en la segunda semifinal dije: “Muy bien”. Estoy contenta.

P: ¿Ves tu propuesta con posibilidades de ganar el Benidorm Fest?

R: Si voy con la fuerza que tengo que ir, en el sentido de que yo salgo con todo el poder del equipo, de mi gente viéndome. Me estoy imaginando a todas mis amigas cada una en su casa mirándome y el homenaje que yo le quiero hacer a mi gente. Decir: “Me lo voy a gozar aquí, que flipéis”. Si eso pasa, que espero que pase, ¿por qué no?

P: En caso de conseguir participar en Eurovisión después de haber ganado el Benidorm Fest, ¿cómo afrontarías que cientos de millones de personas llegaran a observar tu actuación y tu arte?

R: No puedo explicarlo. Me desborda un poco pensar que tantas personas pueden ver lo que hago porque en realidad es lo que deseo, que más gente conozca lo que yo hago, pero hay un punto en que no puedes elegir el límite. Yo ya, a estas alturas de mi vida, soy muy práctica. No quiero el superexitazo. Quiero que mi equipo y yo podamos vivir de la música dignamente. Ese es mi objetivo, a lo mejor no necesito tanto. Disfrutaré lo que pueda y pondré los límites donde considere para ser feliz, que al final tengo claro que está por encima incluso de la música. Estar bien conmigo misma y sentirme a gusto.

P: Sobre el resto de las 17 propuestas del Benidorm Fest, ¿cuál es la que más te gusta y cuál es la que ves con más posibilidades de ganar?

R: No puedo responder con todo porque no he visto qué propuesta tienen. Puedo hablar de las canciones y del artista, obviamente, asumiendo el respeto por todos mis compañeros y compañeras. Por una cuestión de afinidad, me gustaría ver lo que va a hacer Alice Wonder. Blanca Paloma también tiene una sensibilidad y una manera de entender la música que me interesa mucho. Hay canciones que me han sorprendido por buenrolleras. La de Vicco me gusta bastante, me lo paso bien. Luego de repente digo: “¿Qué va a hacer Agoney? ¿Qué cosa va a liar aquí la criatura?”.

Lo que mí me pasó con mis compañeros y compañeras es que me puse a verles con el planteamiento de: “¿Por qué han elegido a estas personas en este proyecto de televisión pública?”. A mí me gusta atar todos los hilos. Al margen de que me gusten más o menos, sea más afín o menos afín con lo que hacen, en todos hay algo que forma parte de la identidad cultural de nuestro país. Hacen una propuesta que es muy genuina.

Cuando veo a Sharonne digo: “Joder, ¿hace cuánto no hay en España un personaje así que pueda defender de esta manera la historia del drag?”. Cuando veo a Rakky Ripper digo: “¡Madre mía! Hay chavales y chavalas con los que he currado que se iban a hacer raves y esto parece que no existía”. Y, de pronto, viene alguien y mete al público general el concepto de la rave con esa genuinidad que tiene. De repente veo a Agoney y digo: “Pues igual no ha habido en España, que yo conozca, un divo o una propuesta desde este lugar”. Tontos no son y, pase lo que pase, me parece que están aportando esencias. Entonces, cualquiera que lo haga con gusto, trabajo y respeto por el público y por sí mismo se merece ganar.