Todo apunta a que la vacuna contra el coronavirus será la desarrollada más rápidamente por la humanidad. Sin embargo, esa premura y precipitación genera muchas dudas sobre su eficacia.  Las ganancias económicas exacerbadas que conseguirá el primero en desarrollarla o el enorme poder geopolítico que adquirirá el país que consiga ese hito puede llevarnos a una vacuna cara, con muchos efectos secundarios o que pueda perder su protección a los pocos meses.

En España, El Consejo Superior de Investigaciones Científicas prueba y diseña varias candidatas a vacuna, aunque dos de ella son las más avanzadas y las que se espera que pasen a la fase 1 -la que inicia los ensayos clínicos con humanos- en diciembre. Mientras tanto, actualmente ya hay 3 posibles vacunas en la fase 3 de desarrollo en Estados Unidos​, Reino Unido y China

Vicente Larraga, encargado de liderar una de las dos principales investigaciones del CSIC para desarrollar una vacuna, asegura que, aunque más tardíamente, la vacuna española será 100% segura y de fácil producción para suministrarla a gran población rápidamente. 

Preguntado en la Ser sobre si sirve de algo llegar con seis meses retraso respecto a las vacunas más avanzadas, Larraga ha sentenciado que "de algo no, sirve de mucho". "Nadie ha dicho qué porcentaje de protección tienen sus vacunas y ya deben saber algo" y añadía que "dentro de un año habrá al menos 4 o 5 vacunas y aquellas que protejan más y sean más seguras son las que acabarán dominando.

Sin embargo, no cree que en España vayamos a tener que esperar demasiado tiempo para comenzar a utilizar el antídoto en cuanto esté disponible: "Hemos calculado unas 483.000 personas en residencias + personal esencial como sanitarios o bomberos... En total unos pocos millones para los que España no tendría ningún problema en suministrar la vacuna de forma prioritaria y rápida".