La instalación in extremis de un hospital de campaña en el palacio de congresos y exposiciones IFEMA, a las afueras de Madrid, ha supuesto, sin duda, un alivio para los hospitales de la región, colapsados en medio de la crisis por el coronavirus, pero su puesta en marcha ha estado rodeada de polémica, la más acuciada la provocada por la denuncia de los sanitarios por la falta de organización y de materiales de protección para evitar contagios. Menos conocidos, pero no por ello de menor importancia son los problemas en el esqueleto del funcionamiento logístico de este centro, que, según denuncias recibidas por El Plural, están dificultando la gestión en el día a día de este centro, vital, en este momento.

En los primeros días de funcionamiento el hospital de campaña ha vivido situaciones de caos por irregularidades en el protocolo de protección de los sanitarios, muchos de ellos hacinados en los vestuarios o en la sala en las que debían esperar para pasar a las áreas de hospitalización. Según las denuncias de sindicatos de las que se hizo eco este diario, incluso muchos profesionales se marcharon después de horas esperando, sin que se les asignara el trabajo. Los sanitarios cuestionaron que se cerraran centros de Atención Primaria para desviarles al IFEMA y desaprovechar su trabajo.

Las críticas ahora afectan al esqueleto de la gestión de este improvisado hospital, en particular al área de Logística, para cuya dirección fue nombrado Manuel Carmona, un hombre con experiencia de gestión económica en hospitales públicos y privados, según su perfil en Linkedin.

Según las denuncias llegadas a ElPlural.com, el responsable de Logística “actúa de manera descoordinada y con grandes enfrentamientos entre las diferentes áreas”, sin ser consciente de lo que significa un hospital de campaña”, provocando “graves retrasos en la gestión de los recursos”.

Paralización de los servicios

“No somos un hospital convencional, somos un hospital de campaña y esto es una catástrofe, y eso se entiende solo cuando ves la actitud de la persona, las horas, el trabajo y hasta su forma de comportarse. Esa actitud solo nos puede llevar a la paralización del servicio”, explican las citadas fuentes a ElPlural.com.

“Ha llegado a un hospital de campaña pensando que está en un hospital normal, implantando sistemas informáticos que mucha gente no sabe ni usar. En un sitio donde coinciden servicios como SUMMA, el SAMUR, Atención Primaria y Hospitales, y muchas de estas personas no saben usar esos programas y lo que hace es dificultar el servicio y perjudicarlo”, añaden las mismas fuentes.

En un grupo de Whatsapp de trabajadores del IFEMA, se puede leer en uno de los mensajes, a los que ha tenido acceso ElPlural.com: “Me parece vergonzoso lo que Manuel Carmona hace, se cree que sigue trabajando en un hospital. No tiene ni idea y nos lleva a todos de cabeza. ¿Se dará cuenta de que es una emergencia y se dejará de chorradas e incompetencias?”.

Piden la dimisión del responsable logístico

“Desde que llegó tiene a todo Dios cabreado. Todos los pedidos por mail, hasta las bragas. Había que hablar con el consejero para que lo cese. Es una persona tóxica. No sé qué padrino tiene, pero aquí no le quiere nadie. Va a su bola”, dice otro de los mensajes.

Según explican, Manuel Carmona “modificó una estrategia de emergencia que ya estaba funcionando bien” e “impuso un procedimiento que es inviable”.

El personal del almacén “no comparte su forma de trabajo y cree que perjudica gravemente la atención al paciente y el desarrollo de los servicios. Igualmente, el resto de profesionales se quejan de que se demoran los pedidos que se encargan con el procedimiento instaurado por Carmona”.

ElPlural.com se ha puesto en contacto con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid antes de la publicación de esta noticia para saber si tiene constancia de estas quejas y si tomará medidas. Este diario está pendiente de su contestación.