El mediastino es el nombre con el que se conoce el espacio medio de la caja torácica, situada entre las dos pleuras, la columna vertebral y el esternón. Una zona corporal relacionada con varias patologías como el cáncer de pulmón, el linfoma, la sarcoidosis y otras afecciones, tanto benignas como malignas. En la mayoría de ellas, la posibilidad de recibir un tratamiento eficaz está ligada a un diagnóstico precoz de la dolencia. Pero esto es complicado porque, como ocurre en el cáncer de pulmón, los síntomas externos llegan cuando la enfermedad ya está muy avanzada. A lo que se suma que el acceso al mediastino no es sencillo y suele requerir de una intervención quirúrgica.

El caso del cáncer de pulmón es el más ilustrativo de la importancia de un diagnóstico precoz. Sin tener en cuenta el Covid-19, esta patología fue la tercera más mortal de 2021, último año contabilizado, y la segunda entre hombres.

“La mayoría de los casos de cáncer de pulmón no dan síntomas hasta estar en un estadio avanzado de la enfermedad en el que no podemos ofrecer un tratamiento curativo o en el que las opciones de curación son pequeñas. El diagnóstico precoz nos permite detectar casos iniciales asintomáticos que pueden recibir un tratamiento curativo”, explica la doctora Mercedes García-Salmones, directora del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles, integrado en la red pública madrileña (Sermas).

La importancia del diagnóstico precoz

Para atajar el cáncer de pulmón, es fundamental un análisis del tipo de tumor, qué ganglios están afectados y si existe o no metástasis. Un estudio pormenorizado que se conoce como estadificación. “Dependiendo del resultado, podemos determinar en qué estadio está el tumor, y de esto depende el tipo de tratamiento que se va a indicar y las opciones de curación”, aclara la doctora.

Hasta ahora, había dos procedimientos para la toma de muestras. Por un lado, la ecobroncocospia con punción de aguja fina (EBUS-TBNA), que desde hace años permite “tomar muestras con visión directa ecográfica de los ganglios o lesiones del mediastino”, ilustra la especialista, que indica que su principal carencia es que la cantidad de la muestras es limitada y los avances oncológicos actuales requieren muestras abundantes que permitan conocer con exactitud el tipo de célula maligna para afinar el tratamiento a aplicar.

Ante esa dificultad, la otra alternativa era la mediastinoscopia, un procedimiento quirúrgico basado en introducir un instrumento desde una incisión en la base del cuello del paciente, para tomar muestras de biopsia de ganglios, si bien este procedimiento obliga a ingresar al paciente.

Un equipo médico usa la técnica Crio EBUS en un hospital.

De un tiempo a esta parte, existe una tercera opción, menos invasiva y sin necesidad de ingreso: la criobiopsia transbronquial mediastínica guiada por ultrasonido endobronquial o Crio-EBUS, que permite, a través del uso de la criobiopsia, conseguir muestras relevantes para diagnosticar con celeridad dolencias del mediastino sin necesidad de ingresar a los pacientes ni de someterles a anestesia general. Basta una prueba ambulatoria tras la que pueden volver a sus casas en el mismo día.

Esta técnica, basada en la criobiopsia, -es decir, en el uso de temperaturas extremadamente frías- consiste en “una ecobroncoscopia lineal (EBUS) con punción transbronquial con aguja, por donde se introduce posteriormente una criosonda que permite tomar muestras de biopsia ganglionar o de lesión pulmonar", explica la especialista del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, de Móstoles.

En este hospital se lleva años incluyendo pacientes en un programa de detección precoz de cáncer de pulmón que se está desarrollando también en los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, General de Villalba e Infanta Elena. Se trata de un programa de salud poblacional enfocado a pacientes con EPOC o Enfisema con alto riesgo de desarrollar cáncer de pulmón a los cuales se les realiza un TAC torácico de baja radiación de forma anual.

Sin anestesia, sin cirugía y sin ingreso

Con esta tecnología, se resuelven las dos principales dificultades de las patologías del mediastino. Por un lado, se trata de una técnica mínimamente invasiva y evita intervenciones quirúrgicas e ingresos del paciente. Por el otro, consigue suficientes muestras para un diagnóstico especifico. "Es un procedimiento endoscópico, sin anestesia general, sin cirugía y sin precisar ingreso. El paciente puede ser dado de alta el mismo día tras un breve periodo de observación”, destaca la Dra. García-Salmones, que valora especialmente el acortamiento del proceso diagnóstico y de estadificación.