La cantante Luz Casal está promocionando su nuevo disco, Me lo voy a permitir, el número 18 de toda su carrera, y ha concedido una entrevista al diario El Mundo que, además de hablar de su vida profesional, también ha hecho comentarios sobre los cambios que la artista observa en España desde que salieron a la luz sus primeras canciones en 1982, sobre todo en Madrid, ciudad que ahora le “destroza absolutamente”.
En términos generales, Luz Casal opina que “no estamos más” en la actualidad, aunque aún se siguen “gestionando conflictos que son pesados y antiguos”, en alusión a aquellos que sienten nostalgia por los mandatarios con uniforme castrense. “Se han enquistado y nos enfrentan, y perdemos mucho tiempo en esas discusiones ideológicas que no son problemas reales”, dice Casal con respecto a la creciente polarización y los discursos confrontación que acostumbran algunos de los personajes de la clase política actual.
¿Deterioro de Madrid?
Sin embargo, la cantante gallega se ha sincerado cuando ha reparado para hablar sobre la capital de España, confesando que le “mata” ir por Madrid y presenciar a gente sin hogar viviendo en la calle. “Me destroza absolutamente”, dice. Cuando la artista visita la ciudad, suele ir a cenar a restaurantes y pasear por las calles del centro, pero cuando toma consciencia sobre la situación, asegura que “es duro” y le “quita el hambre”.
Ya dejó de ir a Los Ángeles por esta misma cuestión, según comenta en la entrevista. Una situación “que ahora empiezo a ver aquí” y que causa un “impacto tan brutal” que, es posible que la artista valore si incorporar a Madrid en esa lista de ciudades indeseadas. Casal afirma que “antes a los pobres no se les veía tanto”, por lo que concluye que este fenómeno está “yendo a peor” y apela a los cargos institucionales a “actuar” y “no seguir con las discusiones de siempre”.
La clase política
La autora de No me importa nada se ha mostrado contundente cuando le preguntaban por el tono utilizado por los políticos actuales en comparación con los de hace 40 años, valorando esta cuestión como “un retroceso grave”, ya que, en un Estado democrático debe primar la “solidaridad” y las ideas deben de convivir “aunque sean completamente opuestas”, algo que “no lo estamos haciendo muy bien”.
Casal opina que España “no se rompe”, pero si se está “perdiendo el respeto” por quien piensa diferente. También afirma “no tener la receta” para recuperar ese respeto, pero cree en el “entendimiento”, que es lo que puede hacerlo posible. “Si tuviera la solución mi vida hubiera ido por otro lugar”, reflexiona. Asimismo, la artista dice expresar este mensaje a través de sus canciones y “de manera resumida”, nacidas en “la fuerza del pensamiento y la esperanza”.
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