Decía Isaac Asimov que "la violencia es el último recurso del incompetente". Si medimos con la vara del célebre bioquímico, podemos decir entonces que los animales más incompetentes del planeta son los suricatas (ya, nosotros también pensábamos que eran los políticos), seguidos del cercopiteco de cola roja y el mono azul.

La violencia, ¿nos viene de serie?

Estas son las conclusiones de una interesante y minuciosa investigación publicada en la prestigiosa revista Nature, en la que han participado científicos españoles procedentes de la Universidad de Granada, la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y el CSIC. Su fin era saber cómo de letales somos los seres humanos con respecto a nuestros congéneres y si la violencia nos viene 'de serie'.

Resolver el enigma es una propuesta ambiciosa que la filosofía, la sociología, la antropología y la ciencia llevan siglos tratando de explicar. “¿Son los humanos violentos por naturaleza, como decía Hobbes, o seres pacíficos a los que la civilización corrompe, como sugería Rousseau? Esta cuestión ha cautivado a pensadores y científicos desde tiempos inmemoriales, pero a día de hoy aún no contamos con una respuesta definitiva, aunque probablemente ambos tenían parte de razón”, explica José María Gómez Reyes, investigador de la Estación Experimental de Zonas Áridas y autor principal de la investigación.

Para tratar de unir las piezas, los investigadores recopilaron datos de cuatro millones de 'asesinatos' acometidos entre 1.024 especies distintas de mamíferos. Partieron de las evidencias recogidas a lo largo de 50.000 años de 137 familias taxonómicas y 600 poblaciones humanas. Casi nada.

Fue así cómo descubrieron que "existen linajes de mamíferos muy poco violentos con sus semejantes y otros donde la violencia es frecuente". ¿Averiguas en cuál de los dos está nuestra especie? Por desgracia, en el segundo, "lo que sugiere que la violencia que manifestamos ya ocurría en las especies que fueron nuestros ancestros”, explica Marcos Méndez, investigador de la URJC. 

La violencia es el último recurso del incompetente. 
(Isaac Asimov)

Por tanto, los resultados de la investigación demuestran que la violencia interpersonal letal "es una característica específica de los primates, y la especie humana la ha heredado durante el curso de la evolución".

La buena noticia es que matamos a menos 'de los nuestros'

Otro de los datos relevantes obtenidos en la investigación es que 2 de cada 10 personas mueren a manos de otro humano (2%). Paradójicamente, la tasa coincide con la proporción de muertes que teníamos en la prehistoria (aunque ha habido aumentos y disminuciones en determinadas épocas históricas).

Según el estudio, los humanos que vivieron hace de 3.000 a 500 años eran hasta un 30% más violentos que los terrícolas de ahora. "La tasa de homicidios en la sociedad actual -que disponen de cuerpos de seguridadistemas legales, prisiones y una actitud fuerte de rechazo a la violencia- es de menos de 1 muerte de cada 10.000 personas", afirma una investigación de Mark Pagel que se anexa a la publicación de Nature.

Los mamíferos que más matan a sus semejantes son los suricatas, las mangostas, los leones, los lémures, lobos y los cánidos sociales o las marmotas.

Los científicos también señalan la importancia de fomentar otro tipo de sociedad, aquella donde la violencia interpersonal no esté justificada y podamos influir en el legado evolutivo que dejamos.