En los prolegómenos de la Navidad, cuando los desplazamientos largos son más habituales, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha publicado tres vídeos antiguos en los que daba algunos consejos para evitar riesgos cuando se conduzca bajo condiciones climáticas adversas como la lluvia, la niebla o el hielo.

Conducir en condiciones climáticas adversas requiere algunos conocimientos extra para reducir la peligrosidad de la calzada y mejorar, así, el control sobre el vehículo. Si la carretera estuviera resbaladiza o la cubre una repentina y espesa niebla, habrá que estar perfectamente preparado para reaccionar de forma de adecuada.

Conducción en niebla

Es habitual, en pleno invierno, circular por carretera y, de repente, toparse con un enorme banco de niebla que ha surgido de la nada. Sobre todo, esto suele ocurrir en zonas de montaña con más frecuencia, pero nadie está libre de darse de bruces contra este fenómeno meteorológico.

¿Qué hacer ante esta situación? Muy sencillo. Lo primero de todo es reducir la velocidad drásticamente. Mejorará tu tranquilidad y la sensación de seguridad al volante se incrementará sobremanera. Por supuesto, se debería evitar, en la medida de lo posible, el adelantamiento, sobre todo si se trata de una calzada con un solo carril por sentido.

Para mejorar la visibilidad del vehículo, deberás encender las luces antiniebla y el alumbrado de corto alcance. En ningún caso debes activar las largas porque podría provocar un efecto rebote y deslumbrarte. Es importante que, en caso de niebla, te vean y veas.

En otro sentido, deberás aumentar tu distancia con el coche de delante. En caso de cualquier contratiempo, esto evitará que colisiones con el vehículo contiguo.

Lluvia en carretera

La lluvia es la precipitación más habitual a lo largo del año en todo el país. Las zonas secas no están exentas, ni siquiera en verano. Cualquier época ‘es buena’ para una tormenta. En este caso, al igual que en la conducción con niebla, la DGT recomienda reducir drásticamente la velocidad para evitar el fenómeno del aquaplanning. Este fenómeno provoca la pérdida de control del vehículo.

En el caso de pasar por alguna zona encharcada, el organismo recomienda que te alejes de la misma en cuanto tengas oportunidad y siempre y cuando no causes peligro alguno. De hecho, bajo el charco podría ocultarse algún socavón.

Mantén encendido siempre el alumbrado de cruce y el aire caliente puesto para evitar la formación de vaho y empeorar la visibilidad de la carretera.

Conducción con hielo o nieve

En invierno, es muy probable la formación de placas de hielo en la calzada, pero también lo es una fuerte nevada. Como en los anteriores supuestos, es importante aumentar la precaución y tener el coche en perfecto estado de revista. El acelerador lo has de utilizar de manera gradual, evitando movimientos bruscos. Por supuesto, deberás reducir la velocidad de manera ostensible. Es fundamental portar cadenas en el coche para mejorar la adherencia y controlar el termómetro del coche.