La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que se forma en determinadas épocas del año y cada vez con más frecuencia, en parte por el cambio climático. En los últimos años estos fenómenos han dejado varios arroyos desbordados en la zona este de España, sobre todo en Cataluña o la Comunidad Valenciana, aunque también ha afectado gravemente a zonas del centro y sur peninsular. Esta situación meteorológica marca el final del verano y suele repetirse con frecuencia durante el otoño.

En consecuencia, la DGT recuerda cada año una serie de consejos básicos para saber como debemos actuar cuando nos encontremos con un desbordamiento en carretera. Las imprudencias en este tipo de situaciones pueden pagarse caro y no es extraño que el agua arrastre el vehículo cuando infravaloremos los riesgos de cruzar un torrente,

Valorar la situación

No intente cruzar la corriente, evite toda exposición al riesgo. Es posible que el agua haya provocado un socavón que no sea apreciable a simple vista, por lo que se recomienda avisar a emergencias, dar la vuelta y buscar una ruta alternativa.

Los riesgos cuando sube el nivel del agua

Que nuestro coche sea arrastrado por la corriente depende, en definitiva, de cinco factores: El peso del vehículo, la altura de los bajos, la velocidad de la corriente, la profundidad del cauce y la inclinación del terreno.

Si la altura del agua llega a la mitad de las ruedas, éstas pierden adherencia, por lo que dificulta el control del vehículo pero, si el agua alcanza la mitad de la altura del coche, éste comenzará a flotar y será arrastrado por la corriente. Llegados a esa situación, hay que quitarse el cinturón de seguridad y, en caso de no poder bajar las ventanas automáticamente, habrá que romper una luna para abandonar el vehículo y subir al techo. Si no podemos romper el cristal, se recomienda abrir la puerta que se sitúe a favor de la corriente.