Cientos de personas están recorriendo los hospitales madrileños sin cita al no recibir el SMS con la fecha para ponerse la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus. La Consejería de Sanidad ha dado la instrucción de que no se vacune, pero algunos centros ponen los viales sobrantes. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso alega "escasez de vacunas", mientras que el Ministerio de Sanidad sostiene que Madrid suministró demasiadas primeras dosis de Pfizer en junio, cuando llegaron remesas muy grandes.

En el Wizink Center, uno de los grandes centros de vacunación en Madrid, muchos jóvenes que no han sido citados aún esperan fuera con la esperanza de que les pongan la segunda dosis para irse de vacaiones, y con la preocupación de que pasen más de 28 días entre dosis y dosis , según publica Eldiario.es. En un cartel, el centro informa: "Solo se vacunará a las personas que tengan su cita confirmada mediante código QR con fecha de día y hora o bien por llamada telefónica". 

Muchos jóvenes van por hospitales como La Paz, el Gregorio Marañón y el de la Cruz Roja, que están accediendo a vacunar con las dosis que sobran, valiéndose de la información que circula en mensajes de Twitter y grupos de WhatsApp

Decenas de jóvenes en busca de la vacuna

Un enfermero del equipo de vacunación de La Paz ha reconocido que en este hospital "recibimos todos los días a 20 o 30 chavales y chavalas desesperados por vacunarse que han hecho un peregrinaje preguntando por varios sitios porque se van de vacaciones", pero la "inmensa mayoría de las veces la respuesta es que no" porque si "un día se la pones a una persona, al siguiente te aparecen 40". Sólo las ponen -asegura- si sabemos ya que va a fallar mucha gente en el turno de tarde y entonces vamos sobrados de dosis, pero la orden es no ponerlas".

En el Wanda Metropolitano, otro de los grandes centros de vacunación en la capital, hasta ahora accedían a vacunar sin cita a las personas que tuvieran un justificante de viaje, y hay jóvenes que compraron un billete de tren solo para obtener un salvoconducto que les garantice la inmunización. Una joven entrevistada por la SER reconoció que pagó 28 euros por un viaje que no va a realizar con el único objetivo de recibir la segunda dosis.