A las doce en punto del medida, Pamplona esperaba con nervios escuchar un sonido inconfundible: el del chupinazo que supone el comienzo de los San Fermines.

Este año, el encargado de encender la mecha desde el balcón del Ayuntamiento ha sido El Tuli, un pamplonés que impulsó el canto que se repite cada mañana durante los festejos antes de empezar los encierros. ¿Que por qué él? Pues porque así lo han decidido el 40,3% de los pamploneses en una votación popular.

Tras el chupinazo, la ciudad ya está preparada para celebrar durante nueve días sus fiestas grandes que, además, este 2016 cumple su 65 aniversario.