Este sábado entra en vigor en Castilla y León el toque de queda entre las 22.00 horas y las 06.00. La medida la anunciaba este viernes el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, tras reunirse con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y cuenta con el apoyo del Gobierno central.

Tras el encuentro entre ambos dirigentes, que tuvo lugar en la sede de la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Mañueco detalló que la limitación supondrá que ningún ciudadano, salvo por circunstancias especiales en el ámbito personal o por trabajo, pueda circular por la calle en esta franja horaria, algo que, a juicio de Mañueco, es "imprescindible" dada la situación.

Por su parte, el ministro de Sanidad respaldó la decisión de la Comunidad de establecer esta limitación de la movilidad durante la noche y defendió que se están tomando "medidas drásticas" para reducir la curva de contagios.

"Se está actuando de forma contundente, con determinación, estas medidas cuentan con el apoyo del Gobierno y son proporcionadas a la situación epidemiológica, si avanzamos con estas medidas evitaremos otras más drásticas como las que se produjeron en marzo o abril", manifestó. 

Publicación en el Bocyl

El acuerdo se ha publicado este sábado en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), en el que se recoge que las circunstancias extraordinarias que concurren constituyen una crisis sanitaria "sin precedentes y de enorme magnitud", tanto por el muy elevado número de ciudadanos afectados como por el extraordinario riesgo para sus derechos fundamentales a la salud pública y, en definitiva, a la propia vida.

El texto recuerda que, desde el 1 de marzo, han fallecido en Castilla y León a causa de la pandemia 5.402 personas, resultando "significativo" que desde el 1 de septiembre de 2020 hasta hoy hemos alcanzado una cifra de 588 fallecidos que continúa en fase ascendente.

En este marco, la medida prevista en el presente acuerdo se encuadra en la "acción decidida" de la Junta de Castilla y León para proteger la salud de los ciudadanos, contener la progresión de la enfermedad, y reforzar el sistema de salud en nuestra Comunidad Autónoma, agrega el acuerdo.

Las medidas temporales de carácter extraordinario que ya se han adoptado deben ahora intensificarse "sin demora" para prevenir y contener el virus, mitigar el impacto sanitario, social y económico. Y sobre todo, reducir la "intensa mortalidad" que el virus está ocasionando en la Comunidad.

"Para hacer frente a esta situación, muy grave y excepcional, y de acuerdo con lo que indican los informes técnicos de transmisión de la enfermedad, referidos a que gran parte de los contagios de la misma se producen en las reuniones personales, es indispensable proceder a la adopción de aquellas medidas que las limiten, especialmente en el ámbito familiar y social", continúa.

En este sentido, la medida más adecuada, única posible y menos restrictiva de derechos, aun siendo limitativa del derecho a la libertad de circulación, y bajo la afectación en un concepto generalista a un grupo indeterminado de personas, es reducir temporalmente la movilidad de las personas durante las horas en las que se producen más contactos de esta naturaleza, que mayoritariamente se realizan por la noche, tras la jornada laboral general o en los fines de semana, reduciendo con ello los contactos personales estrechos a los convivientes en cada domicilio habitual, mantiene el texto del acuerdo publicado en el Bocyl.