Este martes han aparecido en Madrid carteles antiabortistas con la frase: “Rezar ante una clínica abortista está genial. Este mensaje podría ser cancelado por la inminente reforma de la Ley del Aborto”. ¿Quién está detrás de esta iniciativa?

La encargada de colocar los carteles por las paredes y marquesinas de Metro de hasta 33 ciudades (Madrid, Salamanca, Córdoba, Sevilla, Vitoria...) es la Asociación Católica de Propagandistas, de carácter ultracatólica. Su última campaña, dicen, busca ir contra la reforma de la Ley del Aborto que planea el Ejecutivo y contra la modificación del Código Penal que busca castigar las coacciones que sufren muchas mujeres a las puertas de las cínicas cuando acuden para abortar.

Esta propuesta se enmarca dentro de la campaña Cancelados; una iniciativa que busca “dar voz a las posiciones silenciadas por la corrección política”; pero no solo se basa en los mensajes en marquesinas y estaciones, sino que contempla también en su programa entrevistas con personajes “cancelados”, o vídeos didácticos ilustrados. 

Uno de estos vídeos es el que aparece si se accede al código QR del ‘anuncio’. En él habla Jesús Poveda, conocido médico antiabortista y detenido más de una veintena de veces por su extorsión frente a las clínicas.

"Legión de espíritus libres"

El manifiesto de Cancelados defiende que la asociación es una “legión de espíritus libres que ha venido a este mundo enrarecido para dar voz a gente normal que ha sido cancelada por decir cosas de sentido común” y sostiene que el único delito “de los que rezan frente a los abortorios es querer salvar alguna de estas vidas”.

Sin embargo, la realidad es bien distinta, y es que según un informe elaborado en el año 2018 por la Asociación de Clínicas Acreditadas para la interrupción del embarazo (ACAI), un 89% de las mujeres que acudieron a abortar se sintieron acosadas y un 66% amenazadas.

ElPlural.com rescató dicho informe después de que el Grupo Socialista planteara una Proposición de Ley, en septiembre de 2021, para reformar el Código Penal y tipificar y endurecer las penas con el objetivo de proporcionar mayor seguridad y protección a las víctimas de estos episodios.

Ni PP ni Vox apoyaron la propuesta

Quienes acuden a las clínicas abortistas para subestimar y, sobre todo, convencer a las mujeres de dar marcha atrás después de una decisión ya de por sí complicada suelen ser grupos organizados que aparecen con fotografías, fetos de juguete y lanzan proclamas contra el aborto.

En lo que respecta a la Proposición socialista, esta fue apoyada por una mayoría de 199 votos a favor, 144 en contra y dos abstenciones. Todos los grupos parlamentarios respaldaron la iniciativa, salvo PP y Vox.

De hecho, es posible que los lectores recuerden el tono bronco que adquirió aquel debate, ya que fue el que estuvo protagonizado por las lamentables palabras del diputado del partido de Santiago Abascal, Javier Sánchez, a la socialista Laura Berja, a quien llamó “bruja”.

En cuanto a la última iniciativa de esta organización ultracatólica se refiere, esta se ha llenado de críticas en las redes, no solo por parte de las personas que han visto los carteles, sino también desde otras ligadas a la política como la ministra de Igualdad, Irene Montero, o el portvoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien ha lamentado que parece que estemos "en 1950".