La parroquia de Nuestra Señora del Pilar celebra este mediodía si la lluvia no lo impide, la procesión de la Virgen de las Angustias, una talla que data de 1804, obra de Miguel Arroyo, artista de la plástica barroca. La imagen es una escultura que representa a la Virgen María que se venera en la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar, en Santa Cruz de Tenerife y a la que popularmente se la denomina como La Republicana.
Pero esta imagen que es una de las imágenes marianas más veneradas de Santa Cruz de Tenerife, tiene una peculiaridad que la hace distinta al resto de las vírgenes procesionadas en España y que la hace que popularmente sea conocida como “La Republicana” o “La Virgen Republicana”. El motivo no es otro que haber sido la única que procesionó después de proclamarse la república en 1931 a pesar de estar la procesión prohibida.
Los concejales se negaron a pagar a la banda y el alcalde republicano lo pagó de su bolsillo
Salió por primera vez el Viernes Santo de 1805 y el origen que hizo que se la llame la “Procesión de los Republicanos” ancla en la segunda década del siglo XX. Ocurrió que hubo un debate en un pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Se votaba si ese año en el desfile religioso tocaba o no la Banda Municipal al carecer la Corporación de recursos económicos. Viendo el alcalde, Emilio Calzadilla, conocido republicano que no iba a salir la banda ante la penuria de los fondos municipales, se ofreció a pagarla de su bolsillo. Los concejales se negaron a pagar a la banda de música para que participara en la procesión, pero el regidor abonó de su bolsillo los honorarios.
La banda de música que la acompañaba, en agradecimiento, decidió tocar alguna pieza que fuera del agrado del alcalde republicano. El regidor, amante de la música, era un gran entusiasta y seguidor de Puccini por lo que se optó por el “Adiós a la vida” de la ópera Tosca y se adaptó a marcha procesional. Este tema, no precisamente semana santero, sigue sonado durante la procesión.
Saludaban a la procesión con banderas republicanas
Durante la Primera República había en la calle de San Francisco una librería muy conocida en la época que se situaba entre la calle Villalba Hervás y San José. Esta tenía una trastienda en donde se reunía un nutrido grupo de intelectuales santacruceros y miembros del Partido Republicano en largas y numerosas tertulias. Cuando la procesión pasaba por este lugar, los tertulianos salían a verla pasar, saludaban a la imagen de la Virgen con banderitas republicanas y le presentaban sus respetos.
La procesión de la Virgen de las Angustias transita por las calles de El Pilar, para continuar por Suárez Guerra, Emilio Calzadilla, San Francisco, Castillo, Valentín Sanz y de nuevo a El Pilar, itinerario en el que se ha convertido en tradición la aparición de una bandera republicana en la fachada del colegio Montessori que recuerda la única procesión que salió en 1931.
La Procesión de los Republicanos es uno de los pasos de la Semana Santa de mayor devoción para una ciudad que como Santa Cruz, fue una comunidad fundamentalmente seguidora de ideología liberal. De ahí su vínculo de los miembros del Partido Republicano.
La Virgen de las Angustias está considerada como una de las mejores tallas de arte religioso de la capital tinerfeña y la obra de mayor categoría escultórica de la Parroquia del Pilar. En la imagen destaca la desgarradora expresión de tristeza y dolor, además de la gran austeridad y sencillez de la misma.
Su escultor, Miguel Arroyo, cuidaba mucho de su imagen. Él mismo vestía a la Virgen antes de salir en procesión, aunque no se la vestía totalmente enlutada como en la actualidad, sino que procesionaba vestida de mujer hebrea. La mayoría de los investigadores coinciden en que el artista, Miguel Arroyo, que había sido clérigo, tras dejar el hábito, casarse y tener tres hijas, le dio el nombre de la Virgen a su tercera hija.
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