El Real Club de Polo de Barcelona ha suspendido su campus de verano tras un pequeño brote detectado entre sus trabajadores. Tres nuevos casos, dos profesores de pádel y un monitor del campus, dieron positivo el miércoles. Pero la magnitud de estos tres casos no es menor, ya que se suman a nueve casos confirmados el pasado domingo entre el personal de restauración.

Las autoridades no han obligado a echar el cierre a un campus que cuenta con 300 niños inscritos, pero, sin embargo, el club de polo ha manifestado que lo hacen por seguridad. En declaraciones concedidas al diario La Vanguardia, los damnificados han considerado que ven “arriesgado continuar” y es mejor “curarse en salud”.

Los nuevos tres casos fueron diagnosticados después de que el centro realizara pruebas PCR a sus 80 trabajadores del campus de verano después de que se detectaran los casos del pasado domingo. El origen podría haber sido un camarero que informó la semana pasada de que tenía síntomas y no se encontraba bien. Tras realizarse la prueba, dio positivo en coronavirus, por lo que el centro decidió hacer las pruebas al resto de personal de restauración encontrándose ocho positivos más.

La Agència de Salut Pública, a fin y efecto de controlar tanto a los contagiados como a los posibles positivos, ordenó a toda la plantilla de restauración que se confinara en sus casas. Sobre los tres nuevos casos -que ya no pertenecen al servicio de restauración- Salut Pública continúa evaluando cómo proceder.