El Juzgado de Instrucción número 10 de Plaza de Castilla investiga como presunto homicidio imprudente por negligencia profesional la muerte del bebé de nueve meses N.N., el pasado 19 de febrero, en el Hospital Gregorio Marañón, en Madrid.

El menor nació con problemas cardíacos, por lo que se le practicó un trasplante de corazón en el citado hospital, el 18 de noviembre de 2018. Durante el proceso de recuperación se le administró por vía oral, y accidentalmente, una dosis mayor de la prescrita de micofenolato, un inmunosupresor habitual para el tratamiento de pacientes que reciben un trasplante de órganos, según los documentos internos del centro.

Una dosis diez veces mayor

En las anotaciones queda registrado que "el día 4/02 se administra por error una dosis enteral 10 veces superior a la correspondiente de micofenolato". Se había suministrado "1 gramo, en vez de 100 mg".

Cuando los profesionales que atendían al bebé se dieron cuenta de la negligencia, intentaron revertir los efectos con "carbón activado y colestiramina", pero la dosis 10 veces mayor provocó una necrosis intestinal, una isquemia, y el pequeño murió, dos semanas después, el 19 de febrero pasado, según la denuncia, que hoy adelanta El Mundo, y que fue impulsada por la Asociación del Defensor del Paciente y por los padres.

El hospital reconoce que fue la causa de la muerte

Los propios documentos del hospital vinculan el fallecimiento del bebé con el medicamento administrado, al admitir el error: "los efectos secundarios descritos por micofenolato son hematológicos, gástricas, intestinales y metabólicas. Plan: vigilar efectos adversos por sobredosificación de micofenolato".

El informe clínico tras la muerte del menor dice que "en las horas sucesivas presenta deterioro brusco clínico, con acidosis metabólica y láctica importante. Aumento de la distensión abdominal 24 horas más tarde. Se realiza ecografía y TC abdominal, decidiéndose realizar revisión quirúrgica del abdomen el día 5/02 por sospecha de isquemia y perforación intestinal, y se retira catéter de diálisis permanente. Desde ese momento y hasta el fallecimiento del paciente se mantiene dieta absoluta con nutrición parenteral".

Los médicos indicaron poner al bebé ventilación mecánica sólo siete horas después de dársele la dosis presuntamente letal del medicamento. El diagnóstico fue isquemia intestinal, (infarto intestinal), al producirse la muerte del tejido intestinal por ausencia de suministro sanguíneo en la zona- y gastritis aguda con hemorragia.

El 16 de febrero se le proporcionó "soporte vasoactivo" para ensanchar sus vasos sanguíneos, y el 19 el pequeño murió a consecuencia de la isquemia.