El Gobierno de la Comunidad de Madrid señalaba que “estamos preparados” para reanudar la actividad económica en el sector del comercio en toda la región y reprochaba que el Ejecutivo central obligara a “perder 18.000 empleos cada semana”. No sería hasta el 9 de junio cuando, finalmente, todos los centros comerciales abrieron sus puertas, aunque con limitaciones y un mayor control de los aforos.

Obligados a través de las medidas de Isabel Díaz Ayuso, todas las áreas comerciales debían cumplir con una serie de requisitos de seguridad, pero casi un mes después y anunciando el avance a una segunda fase de la ‘nueva normalidad’, las medidas han ido rebajándose de forma considerable.

Las reglas generales impuestas por el Ejecutivo regional fijaban un horario de atención preferente a mayores de 65 años, un aforo limitado al 40%, el uso de gel hidroalcohólico a la entrada de los comercios y una distancia mínima de seguridad de dos metros entre cada cliente.

Salvo en contadas ocasiones, el horario de atención preferente a mayores de 65 años ha desaparecido, generando una atención ordinaria similar a la anterior a la crisis.

La limitación de aforo no se ha cumplido a rajatabla, al igual que algunos comercios optan por salvaguardar la salud de sus trabajadores y los clientes, otros han ido relajando el control de aforo. A causa de ello, se han dado imágenes donde la distancia mínima de seguridad no se cumplía.

Los centros comerciales han variado las entradas y las salidas para que no haya aglomeraciones y, a pesar de colocar pegatinas con flechas en el suelo, los clientes se mueven libremente sin cumplir con las indicaciones.

El uso del gel hidroalcohólico era obligatorio durante los primeros días para todos los clientes, pero algunos comercios, ante la falta de personal, han terminado dejando el gel en una mesa o en un difusor de pared para que los clientes, si quieren, se lo apliquen.

La entrada de la Comunidad de Madrid en una inventada segunda fase de la nueva normalidad hace que los establecimientos cuenten desde ahora con el 75% de aforo.

Medidas impuestas que coinciden con el primer brote registrado en la región tras la desescalada y finalización del estado de alarma.

Fuentes de UGT señalan a ElPlural.com que “las incidencias ocurren por parte de los clientes, cuando no se respetan las medidas”. “Hace unos meses la Comunidad de Madrid se quejaba de tener cerrados los centros y ahora que tienen el poder, lo van gestionando paulinamente”, critican desde la misma fuente sindical.

Por otro lado, sindicatos como Fetico, que trabajan en algunos de los principales grandes almacenes en España, señalan a ElPlural.com que “se están cumpliendo con las normas de seguridad” y que “el ambiente está siendo normal”.