La Comunidad de Madrid boicoteó de facto la inauguración del proyecto más ambicioso de la alcaldesa Manuela Carmena: Madrid Central. El pasado viernes 30 de noviembre y hasta el próximo 13 de enero el Consorcio de Transportes, dependiente del gobierno autonómico, debería aumentar el flujo de trenes de Metro en un 20% por “el incremento de viajeros previsto para estas fiestas”. Máxime tras la puesta en marcha de Madrid Central, que restringe el tráfico. Sin embargo, este incremento no se produjo.

Según publica eldiario.es, el pasado viernes Metro de Madrid incumplió la tabla de afluencia prevista y tan solo puso en circulación 203 trenes, 63 menos de los que debería. Este déficit no es nuevo. Durante el periodo del 4 al 23 de noviembre circularon un 17% de trenes menos del previsto.

Metro reconoce que tuvo fallos y se incumplieron las previsiones. Según el citado periódico, “la tabla se incumplió al 91%”, ya que “se empezaron a reducir trenes a partir de las 13:15 horas aproximadamente, y no fueron repuestos hasta pasadas las 17:00 horas, más o menos”.

Los incrementos debían cifrarse en un 20% en días de diario y un 40% en fines de semana.

El motivo del déficit es la falta de maquinistas. La plantilla era de 2.000, pero tras el ERE, se ha reducido su número a 1.765. Además, menos del 1% de estos se habría ofrecido voluntariamente a trabajar horas extra.