Araceli Hidalgo se convirtió, el pasado mes de diciembre, en la primera española en recibir su primera dosis de la vacuna contra la Covid-19. La mujer, de 96 años y residente del centro sociosanitario Los Olmos, no sólo ha estado presente en el acto homenaje a las víctimas del coronavirus, sino que también ha tomado el turno de palabra para lanzar un mensaje reclamando a los jóvenes que “respeten” la pandemia.

A finales de diciembre de 2020, Araceli Hidalgo copó los titulares de todos los medios de comunicación españoles al convertirse en la primera persona en recibir el suero contra el coronavirus del país. Para el recuerdo quedan ya los fotogramas de la mujer levantándose ligeramente la manga de su blusa para recibir la primera dosis de la vacuna. De esta manera, Araceli fue el rostro de la esperanza en la lucha contra el virus de España.

Por ser el primer rayo de luz en alumbrar a un país hastiado por el Covid, ha estado presente en el acto homenaje a las víctimas de la pandemia y de reconocimiento al trabajo de los sanitarios, muchos de los cuales perdieron la vida mientras luchaban a destajo contra la enfermedad con carestía de equipos de protección.

Araceli, en su intervención ante los Reyes, el Gobierno y diversos representantes de las autonomías e instituciones europeas, ha puesto el foco sobre los jóvenes. La mujer ha pedido que “respeten la pandemia” porque el virus aún amenaza más vidas humanas.

Esta llamada a la prudencia no ha sido casual, pues la ha lanzado en plena quinta oleada del coronavirus, mientras éste se transmite a gran velocidad entre los grupos menores de 30 años, que aún no están vacunados. Pero también ha tenido palabras de agradecimiento a los sanitarios porque, con su trabajo, “han salvado muchas vidas”. “También a enfermeras, enfermeros, los de las ambulancias, para que todos hagan bien su trabajo”, ha abundado.

Para concluir su intervención, Hidalgo ha tenido un recuerdo para con sus compañeros de la residencia Los Olmos de Guadalajara y a todos sus trabajadores. “También les quiero mandar un mensaje”, ha zanjado la mujer antes de que su hija tomara el testigo.