Antonio David Flores rechazó que su hija, Rocío Flores, acudiera a una terapia psicológica, como recomendaba un informe pericial tras la agresión de la joven a su madre, Rocío Carrasco. La razón que esgrimió el padre es que "él no se puede permitir pagar" el importe del tratamiento, que "cuesta 300 euros". Sin embargo, la entonces menor y su hermano tenían contratado, por parte de su madre, con una sociedad médica privada "desde su nacimiento, todas las especialidades médicas, incluida la evolución y la terapia psicológica".

Antonio David usaba el servicio médico privado

Esta anotación también aparece en el informe pericial que el Ministerio Fiscal remitió a la Fiscalía de Menores que investigaba el caso, y en ese escrito se aclaraba que el padre estaba perfectamente enterado del servicio médico privado que podía usar Rocío Flores porque lo "utiliza frecuentemente para las consultas profesionales con sus dos hijos".

"La menor sujeta del expediente y su hermano pertenecen a una sociedad médica desde su nacimiento con todas las especialidades médicas, incluida la evolución y la terapia psicológica. Sociedad médica que el padre utiliza frecuentemente para las consultas profesionales con sus dos hijos", dice literalmente el informe pericial, que adelanta hoy Vanitatis.

Según recoge el informe, le preguntan a Antonio David si está siguiendo la recomendación, pero "el padre verbaliza que aunque él considera que su hija necesita una terapia, no puede ir porque le cuesta 300 euros, cantidad que por el momento él no se puede permitir pagar".

Los peritos también recomendaron mediar entre madre e hija

Otra de las recomendaciones que se hizo aparece también negro sobre blanco: "Se habló con Rocío Flores de la posibilidad de trabajar con su madre en un programa de mediación, pero a la menor y a su padre les parecía una aberración total la posibilidad ya que sería asumir cualquier responsabilidad respecto al hecho denunciado".

Rocío Flores fue condenada por maltratos a su madre

A principios de 2013, la Justicia retiró, como medida provisional, la custodia de su hija a Rocío Carrasco después de que la menor presentara una denuncia contra su madre por supuestos malos tratos ante la Guardia Civil. Tras la investigación, Rocío Flores, que entonces tenía 15 años, fue condenada por el Juzgado de Menores Número 4 de Madrid, en marzo de ese mismo año por "un delito de maltato habitual, un delito de maltrato, una falta continuada de amenazas y una falta continuada de injurias" contra su madre.

 Antonio David recurrió esta sentencia, pero su recurso fue desestimado, por lo que se convirtió en una condena firme y debió mantenerse durante 6 meses en libertad vigilada, lo que suponía ser sometida a evolución durante ese periodo, que acabó el 2 de abril de 2014, con una evaluación favorable de la joven.