Antonio David Flores sigue manteniendo una deuda de 129.000 euros en el pleito judicial que mantuvo contra Rocío Jurado en el año 2000 después de que la artista hablara, en una conversación privada con una entrevistadora en Argentina, sobre la mala vida que había dado su exyerno a su hija, Rocío Carrasco.

La cantante estaba siendo entrevistada por la veterana actriz Mirtha Legrand en su programa de televisión y en una pausa publicitaria, Rocío Jurado se sinceró y habló de la mala experiencia de su hija con Antonio David. Las imágenes se emitieron y la información llegó a España.

La Justicia sentenció que Antonio David pagara las costas

Antonio David demandó a Rocío Jurado, pero perdió en primera instancia, en la Audiencia Provincial y en el Tribunal Supremo, que le condenaron a pagar costas. La cantidad del primer fallo, del 13 de septiembre de 2002 ascendía a 84.478 euros más IVA (60.000 euros letrado); el segundo, a 51.054,07 euros (34.800 euros letrado), y el tercer pago, a 40.775,21 euros, dictado el 11 de marzo de 2009, según dato publicados por Vanitatis.

Tres años antes de la última sentencia, Rocío Jurado falleció, pero supo de las que le precedieron. “Estaba encantada con los primeras sentencias. Y sobre todo agradecida. A mí me llamaba Marcurri. No pudo conocer la del Tribunal Supremo y ya intuía que lo teníamos ganado. En esta tercera instancia recurrimos en nombre de los herederos, Rocío Carrasco y los menores Gloria Camila y José Fernando como herederos”.

"Se escabulló como una serpiente"

Según Marcos García Montes, “desde hace 11 años en que el letrado de la administración de justicia tasó las costas se han producido embargos de muy pequeña cantidad a pesar de que hemos requerido a las empresas de TV y productoras para que retengan las cantidades, y el demandado condenado en costas ha facturado a nombre de terceras personas”.

Han pasado más de dos décadas y continúa sin liquidar su deuda, que a día de hoy asciende entre abogado y procurador a cerca de 176.000 euros. De esta cantidad, solo ha satisfecho al abogado Marcos García Montes "un uno por ciento, una parte mínima que equivale a menos de dos mil euros. Sé que en alguna ocasión ha ido al juzgado para enterarse de cómo estaba la situación. Han pasado diez años y sigo con este calvario judicial. Se ha escabullido como una serpiente”.