El nutricionista e instagramer Carlos Ríos, más conocido como ‘Realfooding’, ha vuelto a la carga contra algunos supermercados. Una cruzada que ha generado un gran revuelo entre los consumidores. En los últimos días el influencer ha denunciado la presencia de trozos de plástico azul en algunos productos envasados, especialmente de pescado congelado de Mercadona, Aldi y Lidl.
En una publicación compartida en su perfil de Instagram, Ríos ha mostrado fotografías con filetes de merluza con pedazos de plástico, pequeños pero totalmente visibles por su color azul. A raíz de ese post, el instagramer ha recibido muchos otros casos que los usuarios le han enviado con trozos de plástico en pavo envasado o en crema de verduras.
Por ello, se ha puesto en contacto con las tres citadas cadenas para pedir una explicación: “Ya he informado a Mercadona, Aldi y también a Lidl porque cada día me llegan 2-3 mensajes de personas que encuentran restos de plástico azul en diferentes productos, especialmente cárnicos y congelado”, ha escrito Ríos en la conocida red social.
“Hoy mismo comiendo un amerluza congelada de Mercadona una seguidora se ha sacado de la boca uno de estos plásticos azules bastante más grande. Es el tercer testimonio con este mismo producto. Si no te fijas a conciencia como muchos de vosotros estáis haciendo ahora, son difícilmente perceptibles y fácilmente ingeribles, ha continuado”.
Ríos, que se hizo famoso por defender la ‘comida real’ frente a los ultraprocesados y ayudar a sus seguidores a mantener una alimentación sana y equilibrada, ha recibido la explicación de Mercadona y la ha publicado en su perfil. Desde la compañía valenciana se han excusado asegurando que los pescados congelados se congelan y se embalan a bordo d ellos barcos en plástico y al retirar el envoltorio, que es de color azul, puede quedar algún trozo enganchado a algún filete. “Cuando se procesan cientos de toneladas de producto a la semana es imposible detectar todos los plásticos, aunque trabajamos para ello”, ha argumentado un portavoz de la empresa, si bien señala que se trata de “casos puntuales”.
Desde la AESAN piden calma
Desde a Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) lanzan un mensaje de calma al asegurar que no se les ha notificado ninguna alerta alimentaria al respecto por parte de las autoridades sanitarias competentes.
La AESAN, que depende del Ministerio de Asuntos Sociales, Consumo y Agenda 2030, se ha puesto en contacto con las empresas implicadas y estas les han informado de que son casos “residuales y puntuales”, y que no han detectado nada al respecto en sus autocontroles “ni han recibido devoluciones de productos por parte de los clientes por este motivo”.
La agencia alimentaria aclara que, por el momento, no se les ha notificado ninguna alerta alimentaria al respecto por parte de las autoridades competentes ni directamente por parte de algún consumidor o por las propias empresas si bien se mantienen atentos ante cualquier novedad.
Desde la AESAN quieren destacar que aunque desde este organismo público no se ha emitido una alerta alimentaria, también aclaran que se mantiene a la espera de cualquier novedad, ya que la agencia actúa como centro de referencia de ámbito nacional en la evaluación de riesgos alimentarios y en la gestión y comunicación de los mismos, especialmente en las situaciones de crisis o emergencia. De esa forma, se constituye como punto nacional de contacto de las redes de alerta del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), la Red de Alerta alimentaria de la Unión Europea (Rapid Alert System for Food and Feed, (RASFF) y la Red de Autoridades de Inocuidad de los Alimentos (INFOSAN).
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