La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha propuesto a la Comisión Europea que se limite el uso de lacas de uñas permanentes a los profesionales de las clínicas estéticas que las manipulan.

El organismo, que depende del Ministerio de Sanidad, ha trasladado esta propuesta a Bruselas después de una encuesta que elaboró la propia Comisión Europea a los países miembros después de conocer efectos no deseados en las lacas de uñas permanentes. El Sistema Español de Cosmetovigilancia, dependiente de la AEMPS, ha recibido ya avisos de los profesionales del sector.

Sin embargo, el sistema no ha recibido notificación alguna de problemas en el uso doméstico. Los profesionales deben utilizar medidas de protección pertinentes, las cuáles se describen en el etiquetado de los productos, a la hora de aplicar los esmaltes.

La jefa del departamento de cosmetovigilancia de la AEMPS, Carmen Ruiz Villa, ha señalado, según recoge la Cadena SER, que todos los productos que se comercialicen en España son seguros. Sin embargo, hay que ceñirse a las instrucciones de cada producto.

A la Agencia solo nos han llegado casos de profesionales de estética que se han expuesto a estos esmaltes sin los equipos de protección necesarios como guantes o mascarillas”, ha señalado Ruiz Villa.

Además, la Academia Española de Dermatología admite que existen casos de usuarias que han sufrido efectos no deseos. Juan García Gavín, miembro de la Academia, sostiene que, cuando los productos se secan, los acrilatos son inofensivos. No obstante, “en su presentación líquida las pequeñas partículas que los componen pueden penetrar en la piel y causar desde un enrojecimiento ligero a la aparición de sarpullidos”.