El confinamiento ha demostrado ser uno de los pilares básicos del control de la epidemia de Coronavirus y comienza a dar a sus frutos. Cada vez se reduce más el porcentaje de incremento de infectados.

 

No obstante, los hospitales siguen trabajando intensamente para dar respuesta al volumen de pacientes que reciben, especialmente en comunidades autónomas como Madrid.

El Covid-19 ha obligado a cambiar en gran medida la estructura sanitaria. “Los hospitales se han convertido casi en centros monográficos de la infección, tanto en los servicios de Urgencias, como en las salas de hospitalización y las UCIs, teniendo que multiplicar hasta 4 o 5 veces su capacidad habitual”, explica a ELPLURAL.COM la Dra. Beatriz Álvarez, médico adjunto del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. 

Pese al duro contexto, subraya, “nuestra experiencia personal ha sido positiva y didáctica”. Desde el primer momento se creó “un Comité de Gestión de la Crisis con el objetivo de intentar coordinar todas las actuaciones y planificar la respuesta de una forma proporcionada y adecuadamente dotada”, indica.

Del mismo modo, se han organizado “grupos de trabajo clínicos” para encontrar las mejores vías de abordaje de la infección y “grupos de investigación” que trabajan en tiempo record.

En este sentido, recalca la Dra. Álvarez, la implicación de los profesionales es total y la capacidad de adaptarse a nuevos roles, “sorprendente”. “Todo el mundo ha encontrado el espacio en el que ser útil y todo ello en un ambiente muy colaborativo, manteniendo el positivismo y el buen ánimo”, indica. Gracias a esto y a la coordinación y la planificación, “estamos pudiendo gestionar esta situación correctamente”, reconoce.

Además, la Fundación Jiménez Díaz, junto a los otros hospitales que el grupo Quirónsalud tiene en la Comunidad de Madrid, está trabajando desde el inicio de esta crisis, antes, incluso, de la declaración del estado de alarma, bajo una coordinación única y en comunicación continua con la Consejería de Sanidad.

Sin embargo, el manejo de esta patología en las UCIs es muy complejo y requiere de paciencia. Es ahora cuando “empezamos a ver los frutos de tanto esfuerzo y vamos teniendo alegrías, logrando pequeños retos día a día, y sumando cada vez más altas a la planta”, indica esta especialista en enfermedades infecciosas, que avanza también que “ahora requerirá algo de tiempo preparar físicamente a los pacientes y completar su recuperación y vuelta a casa”.

Partidaria de la realización del mayor número de pruebas posible, advierte de que esta práctica permitiría, posiblemente, apreciar una disminución en la tasa de mortalidad de esta infección “que tanto nos preocupa”.

Dra. Beatriz Álvarez

“Es importante tener una idea de la verdadera magnitud del problema para prever qué medidas de control epidemiológicas nos toca asumir en el futuro”, subraya esta experta de la Fundación Jiménez Díaz. “Contabilizar casos clínicos posibles, además de pruebas positivas, nos ayudará a tener datos que se acerquen más a la incidencia real de la infección”, expresa, de manera que cualquier medida que aporte mas conocimiento sobre la situación actual “será muy útil”.