La figura de Ernesto Guevara, el “Che”, ha sido y siguiendo siendo controvertida. Para muchos fue un héroe y luchador por la liberación del pueblo cubano de la dictadura de Fulgencio Bautista. Hay quien lo cataloga como un soñador e idealista ansioso de aventura. Otros, en cambio, extienden y amplían más su leyenda al verlo como un revolucionario argentino, pero fundamentalmente internacionalista, que quiso extender su lucha como emancipador de pueblo más allá de la isla caribeña hacia todo otros continentes. Por esta última razón, la de la extensión de su activismo, encontró la muerte, tal día como hoy, un 9 de octubre pero de 1967, en una escuela pública del poblado de La Higuera, pequeña localidad de Bolivia, en las estribaciones de los Andes.

Ernesto Guevara (Che Guevara) aunque argentino de Rosario, se unió al movimiento de Fidel Castro en Cuba, siendo la imagen icónica de la revolución y uno de los protagonistas del triunfo en 1959. Siempre destacó por ser el ideólogo de entre los dirigentes, comandantes y actores de la revolución. Tras su paso por los primeros momentos de los gobierno de Fidel hasta 1965, especialmente en el área económica, inició su gira revolucionaria por otros países. En realidad no hacía más que llevar a la práctica sus ideas y conceptos que se ha conocido como “guevarismo”, un compendio de antiimperialismo, ideas internacionalistas y marxistas adaptadas al contexto, aunque con matizaciones y reflexiones con identidad propia. Su ideario contemplaba distintas luchas guerrilleras en otras partes del mundo. El eje central de su internacionalismo lo focalizaba en la lucha armada en América Latina, Asia y África. Solo de esa manera, pensaba Guevara, que sería factible vencer al imperialismo. En ese sentido eran manifiestaS sus discrepancias con la estrategia de coexistencia pacífica defendida por la Unión

Internacionalización de la revolución

Desde su llega al Gobierno en Cuba, el Che comenzó a impulsar acciones guerrilleras en América Latina: Guatemala, Nicaragua, Perú, Colombia, Venezuela y Argentina. Aunque no obtuvieron éxito, algunas de ellas  sirvieron para poner las bases de futuros movimientos tales como el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua y los Tupamaros en Uruguay. Aquí se evidencia de nuevo la discrepancia con la URSS ganándose el enfrentamiento con los partidos comunistas de América Latina.

El Che en el Congo: Hasta la victoria siempre

Fiel a sus ideas, en 1965 deja Cuba tras una famosa carta a Fidel Castro que recoge de “Hasta la victoria siempre”. Abandona el Gobierno y los importantes cargos que ostentaba para proseguir su lucha más allá de La Habana. Tras cruzar el lago Tanganica, desde Tanzania, el Che llegó a lo que actualmente es la actual República Democrática del Congo. Allí lidera un pequeño grupo de 140 combatientes cubanos. El líder guineano, Patrice Lumumba, había sido asesinado en 1961 con participación de la CIA. El Che va en apoyo de la guerrilla rebelde pensando que era el escenario idóneo para generar un centro desde el que extender la revolución a todo el continente africano. Con una identidad falsa de Ramón Benítez se instala en la ciudad de Dar es Salaam. Esta acción resultó infructuosa. Como el propio Che dejó escrito, “Esta es la historia de un fracaso”. Se da la circunstancia de que tan solo tres días después de que el Che dejara el Congo, un golpe de estado instaló por la fuerza a Joseph Mobutu presidiendo una dictadura que duraría treinta años.

Entre África y Bolivia, con estancia en Praga

El Che se instala varias semanas en la embajada cubana en Tanzania y desde allí marcha a Europa, en concreto mantuvo una estancia de cinco meses en Praga en un piso seguro del servicio secreto cubano.

Finalmente, respaldado por Fidel Castro, marcha en su lucha guerrillera a  Bolivia. Pensaba que por la ubicación de este país, un país que, en el centro de Sudamérica, y fronterizo con Argentina, Chile, Perú, Brasil y Paraguay, posibilitaría la extensión de las guerrillas a toda esa inmensa zona, llegando incluso a su país, Argentina.

En noviembre de 1964 el general René Barrientos había dado un golpe de Estado en Bolivia, finiquitando y truncando así la Revolución nacionalista-popular de 1952 del MNR. El 7 de noviembre de 1966, Ernesto Guevara se instaló en una zona montañosa y selvática bajo la identidad falsa de un economista uruguayo llamado Adolfo Mena González.

El grupo guerrillero estable estaba integrado por 16 cubanos, entre ellos muchos de los hombres de su círculo íntimo, 26 bolivianos, 3 peruanos y 2 argentinos. Adoptaron el nombre de Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN) con secciones de apoyo en Argentina, Chile y Perú.

EEUU y su papel en la detención del Che

El 11 de marzo de 1967, dos desertores y luego detenidos, dan información al gobierno sobre el Che y sus planes. Se solicita entonces la ayuda de Estados Unidos y se organiza un sistema de inteligencia en paralelo con Argentina, Brasil, Chile, Perú y Paraguay. Acosados por ejército boliviano, el ELN abandona el campamento para escapar, aunque paulatinamente fueron muriendo sus hombres.

Un Guevara radicalizado en su Mensaje a los Pueblos del Mundo

El 20 de abril el ELN sufrió un duro golpe tras ser capturados dos miembros de su red como Régis Debray y Ciro Bustos. Es en ese momento cuando el Che escribe su Mensaje a los Pueblos del Mundo y donde se ve el Che más radicalizado con propuestas como librar una guerra mundial contra Estados Unidos. Ahí se encuentra otra de sus citas famosas, Crear dos, tres... muchos Vietnam, es la consigna.

Capturado, herido y torturado por soldados bolivianos y la CIA

El 1 de agosto de 1967, la CIA se suma a la captura del guerrillero y envía dos agentes cubano-estadounidenses, Gustavo Villoldo y Félix Ismael Rodríguez. El 26 de septiembre entran en La Higuera y, tras una emboscada, el Che es herido en una pierna y llevado a la escuela de esa pequeña localidad. El 9 de octubre de 1967, el sargento Mario Terán fusiló al Che Guevara al día siguiente de su apresamiento, no sin antes ser torturado por el Ejército de Bolivia y la CIA.

Según el exagente de la CIA Félix Rodríguez, responsable de la operación en Bolivia “le cortaron las manos, las pusieron en formol y en un camión, se llevaron al Che al final de la pista donde había un buldócer que estaba ampliando la pista para que aviones más grandes aterrizaran".

Momentos previos al fusilamiento

Fue el propio agente de la CIA, Félix Ismael Rodríguez, a quien se le dio la orden de fusilar al Che. También fue este cubano-estadounidense quien le transmitió al mítico revolucionario que sería fusilado. Rodríguez lo interrogó y lo sacó de la escuela y le hizo varias fotografías, precisamente son las últimas en las que aparece con vida. Así lo narra: “Salí de la habitación, aquello estaba lleno de soldados afuera. Me dirigí al sargento Terán que sabía que estaba siendo de ejecutor de todo eso y le dije que había instrucciones de su Gobierno de eliminar al prisionero.  Le advirtió: “No le tire de aquí para arriba, tírele de aquí para abajo pues se supone que este hombre haya muerto de heridas en combate”. Terán pidió un fusil y entró en la habitación con un par de soldados”. Eran las 13:10 del día 9 de octubre de 1967.

“Usted ha venido a matarme”

En 1977 la revista Paris Match entrevistó a Mario Terán, su asesino directo. Este explicó cómo fueron las últimas horas de vida del Che Guevara:Dudé 40 minutos antes de ejecutar la orden. Me fui a ver al coronel Pérez con la esperanza de que la hubiera anulado. Pero el coronel se puso furioso. Ese fue el peor momento de mi vida. Cuando llegué, el Che estaba sentado en un banco. Al verme dijo: Usted ha venido a matarme”. Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. Entonces me preguntó: “¿Qué han dicho los otros?”. Le respondí que no habían dicho nada y él contestó: “¡Eran unos valientes!”. Yo no me atreví a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el Che podría quitarme el arma. “¡Póngase sereno -me dijo- y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!”. Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che, con las piernas destrozadas, cayó al suelo, se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en el hombro y en el corazón. Ya estaba muerto”.

Sus restos: se le cortaron las manos como prueba de la muerte

La tarde del 9 de octubre de 1967, el cuerpo del Che Guevara fue llevado en helicóptero a Vallegrande y colocado en el lavadero del hospital Nuestro Señor de Malta, donde permaneció en exhibición pública durante ese día y todo el día siguiente, introduciéndosele gran cantidad de formaldehído para evitar la descomposición. Al estar decidido que su cuerpo iba a desaparecer, durante la noche del 10 de octubre se le cortaron las manos al cadáver para conservarlas como “prueba de la muerte”.

Existen diversas versiones sobre el destino final del cadáver. Parece ser que la decisión de cremación fue cierta, aunque no se realizó ejecutada por no contar con los medios adecuados. También para evitar una reacción en contra de la población pues en Bolivia la cremación era ilegal.​ También parece que el cadáver fue enterrado en la madrugada del 11 de octubre en una fosa distinta de sus otros seis compañeros.

Búsqueda y hallazgo del cuerpo

Desde el mismo año de su muerte, el gobierno cubano comenzó a investigar para hallar los restos del Che Guevara y los otros guerrilleros, sin resultado alguno. En 1995 viajó a Bolivia el doctor Jorge González Pérez, a la sazón director del Instituto de Medicina Legal de Cuba, y es entonces cuando comienza al proceso que culminaría con su hallazgo en 1997.​

Una bolsa con picadura de tabaco de pipa en su chaqueta

El 28 de junio de 1997, gracias a las declaraciones del general retirado Mario Vargas Salinas y las presiones internacionales, un equipo de científicos cubanos encontró en Valle Grande siete cuerpos enterrados clandestinamente en una sola fosa común, e identificaron entre ellos, al de Ernesto Guevara y los de seis de sus hombres. El cadáver, sin manos, llevaba ropa y elementos similares a los que se cree que portaba tras ser enterrado. En su chaqueta se halló una bolsa con picadura de tabaco de pipa.

El 12 de julio de 1997 los restos se trasladaron a Cuba. En la isla caribeña, donde Ernesto Che Guevara comenzó su periplo revolucionario, su cadáver fue recibido por una multitud enorme. Recibió sepultura en Santa Clara, en el Mausoleo del Che Guevara, donde se hallan también los restos de la mayor parte de los compañeros que le acompañaron en su aventura revolucionaria.