Que el tiempo es oro es una premisa fundamental cuando estamos frente a un ictus, una enfermedad que en España afecta a 120.000 personas al año. Es la primera causa de muerte en la mujer y la segunda en el varón, y el principal responsable de dependencia en el adulto.

Se trata de una alteración brusca en la circulación sanguínea, debida a una hemorragia (ictus hemorrágico) o a un trombo que obstruye las arterias (ictus isquémico) saber cómo actuar y hacerlo rápido puede, no solo salvarnos la vida, sino también reducir las secuelas.

Por ello, el grupo Quirónsalud ha puesto en marcha en Madrid una nueva unidad de ictus que permite tener acceso a un neurólogo experto en la enfermedad las 24 horas al día, los 365 días del año.

El grupo, que está centrado en el Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravoatenderá a pacientes del Hospital Universitario Quirónsalud MadridQuirónsalud Sur y Hospital la Luz.

Detectar lo antes posible que estamos ante un episodio de este tipo e intervenir rápido es clave, de ahí que el doctor Rafael Arroyo, jefe del servicio de Neurología del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo y del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid hable de “el tiempo es cerebro”.

“Hay que actuar cuanto antes, porque de ello dependen los resultados, la mortalidad y las posibles secuelas” explica a ELPLURAL.COM este especialista. 

 

En los últimos años, detalla, “se ha visto que la revascularización, el romper el trombo lo antes posible, es fundamental y cada minuto cuenta”.

Hay dos formas de hacerlo, mediante medicación por vía intravenosa o extrayéndolo, lo que se conoce como trombectomía, una técnica para la que se requiere personal muy especializado, que llevan a cabo neuroradiólogos intervencionistas.

“En caso de que el paciente tenga que ser intervenido es derivado de forma inmediata al Hospital Ruber Juan Bravo, donde hay un equipo preparado para ello sea la hora que sea”.

Unidades especializadas

En el tratamiento de esta enfermedad, las unidades de ictus son un recurso imprescindible a la hora de ofrecer el tratamiento adecuado y protocolos de atención. “Permiten reducir la mortalidad, la dependencia y la necesidad de cuidados”, subraya el doctor Arroyo.

Tanto para el ictus isquémico, con equipos “capaces, en la fase aguda, de iniciar las nuevas terapias de recanalización de las arterias”, como para el ictus hemorrágico, donde son claves los cuidados especializados, son vitales estas unidades.

Teleictus

La Unidad de Quirónsalud en Madrid es única, además, por su sistema de telemedicina, Teleictus, que permite conectar los cuatros hospitales, de manera que el paciente es atendido por un neurólogo especializado desde el minuto uno.

A través de un sistema de cámaras, ubicadas en el Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo, el neurólogo accede en tiempo real a la exploración del paciente y a sus pruebas. 

 

Signos de alarma

El enfermo debe acudir a urgencias ante el primer signo de alarma. “Se presenta un cuadro busco, agudo”, recalca este médico, que incluye síntomas como “dificultad en el lenguaje, pérdida de fuerza, sensibilidad o alteración sensitiva en un brazo, pierna o en la mitad del cuerpo, o trastorno fuerte del equilibrio, acompañado, o no, de dolor de cabeza”.

Si, además, “hay factores de riesgo cardiovascular como tensión alta, colesterol o azúcar”, es un claro motivo de alarma.