-  Ya era hora de que ETA anunciase el cese definitivo de la violencia ¿no te parece?

- Pues sí, pero continúan sin disolver la organización.

-  Bueno, bien, pero centrémonos en lo conseguido, a partir de ahora podremos deambular por las calles sin temer que en cualquier esquina surja una bomba que acabe con nuestras vidas.

-  Pues sí, pero no han entregado las armas.

-  Tienes razón, pero es un gran alivio pensar que nuestros representante políticos no tengan necesidad de llevar guardaespaldas ni de mirar debajo de sus coches cuando los cogen por las mañanas para acudir a sus destinos.

-  Pues sí, pero aún no han pedido perdón a la víctimas.

-  De acuerdo, pero habrá que dar tiempo al tiempo. Después de tantos años de terror, de miedo, de extorsión y de sufrimiento, habrá que valorar que no exista más violencia terrorista. No adelantemos acontecimientos, porque es inexcusable que tendrán que pedir perdón a sus víctimas.

-  Pues sí, pero los miembros de ETA que leyeron el comunicado no se han puesto a disposición de la Justicia.

-  Vale, pero pienso que todo se andará y que no deberían cerrarse las puertas a los contactos que habrán de abrirse para dar soluciones consensuadas entre todas las fuerzas políticas en el sentido que resulte más conveniente para todas las partes afectadas.

-  Pues sí, pero pretenden que España y Francia tienen que negociar con la banda terrorista.

-  Bueno, tienes razón en que esta pretensión aparece en el comunicado de la banda y también en las recomendaciones expresadas por los integrantes de la llamada “Conferencia de Paz”, pero habrá que pensar que nuestros políticos, sean del signo que sean, son los soberanos para decidir lo que consideren más adecuado para los intereses del proceso de erradicación de la violencia etarra. Ni la “Conferencia de Paz” ni la banda terrorista tienen la última palabra, sino que, antes al contrario, la tienen nuestros representantes políticos.

-  Pues sí, pero ni siquiera se quitaron sus capuchas para leer el comunicado

-  Pues tienes toda la razón en lo que dices, pero ¿deseas realmente que ETA desaparezca de nuestras vidas?

-  Pues sí, pero ... a ciencia cierta no lo tengo tan seguro.

-  ¡Acabáramos!



Gerardo Rivas Rico es Licenciado en Ciencias Económicas