Yolanda Díaz ha vuelto a propinarle un revolcón de datos a la diputada de Vox Inés María Cañizares. La parlamentaria ultra ha mentado uno de los grandes problemas estructurales del país, uno de esos males endémicos difícilmente atajables: el paro juvenil. Cañizares ha acudido a la sesión de control al Gobierno cargada de presuntos testimonios de jóvenes con la intención de disparar contra la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, pero esta se ha escudado en las cifras reales, no en las inventadas que ha expuesto la compañera de bancada de Santiago Abascal, para sacudirse el esbozo sombrío y, aceptando que la realidad es más que mejorable, garantizar que Moncloa está trabajando en la dirección apropiada.

“Escuche. Trabajo en prácticas por 300 euros. Siento una enorme frustración. No voy a llegar a las pensiones. Al salir de España ves que se valora más tu trabajo hay más posibilidades. Esto no son datos, son personas. Jóvenes españoles hartos”, ha comenzado, procurando combatir con palabras el aluvión de datos que sabía que, con seguridad, se iba a cernir sobre ella. Cañizares ha dicho que “más de la mitad de los jóvenes vive aún con sus padres” por la dificultad para emanciparse; y que “salen perdiendo con respecto a sus padres”, una nueva alocución para moldear el conocido ‘antes se vivía mejor’.

“¿Se puede permitir España la tasa de paro juvenil más alta de Europa?”, ha preguntado la representante de Vox, quien antes de ceder la palabra, se ha adelantado: “No me ponga excusas, que las herencias se aceptan y se trabaja para cambiarlas. Cuando usted llegó al Gobierno, el paro juvenil era del 30,9% y, ahora, es del 29,3%. Prácticamente duplica a la media de la Unión Europea. Es superior en 14,6 puntos”.

Yolanda Díaz se ha levantado, encendido el micrófono, cruzado las manos y, con una tez relajada, le ha afeado que “mentir es pecado”. “Repase la tasa de paro cuando llegamos al Gobierno y verá cómo usted está mintiendo”, ha apostillado sucintamente.

Desprovista ya de cifras rigurosas, Cañizares se ha defendido como bien ha podido: “Deje de preocuparse por lo que yo digo y preocúpese por hacer políticas para el empleo estable de nuestra juventud”, ha dicho concluyendo que, “aunque no respete a Vox, respete a nuestra juventud”. Y es que, a juicio de la diputada de la bancada de Santiago Abascal, Díaz acude a las sesiones de control a “insultar”.

“Ya que reclama seriedad, voy a darle datos”, ha anunciado la ministra de Trabajo antes del torrente de argumentos. La líder de Sumar ha admitido que, en efecto, la tasa de paro juvenil “es inaceptable”, pero hay que ver también el contexto, puesto que “en Suecia es del 22%”. En consecuencia, “hay una enorme preocupación en el conjunto de Europa”.

"Ustedes (Vox) llevan en su programa que los jóvenes traben sin cobrar y sin cotizaciones sociales"

También ha desmentido a Cañizares recordándole que “cuando llegamos, la tasa de paro juvenil era del 41%” y “la hemos reducido en 11 puntos”. “Hemos reducido la tasa de temporalidad gracias a la reforma laboral en 17 puntos. Hemos generado 235.000 puestos de trabajo para jóvenes de alto valor añadido. Tenemos más de tres millones de ocupados jóvenes en España. Tenemos la tasa de paro juvenil más baja desde hace 14 años. Hemos conseguido esto gracias al trabajo conjunto de las fuerza políticas que han apoyado al Gobierno de España y a los agentes sociales”, ha continuado. Por contra, “ustedes llevan en su programa que los jóvenes traben sin cobrar y sin cotizaciones sociales. Hablan de un contrato de inserción, es decir, que trabajen sin salario”. Y ha sentenciado: “Los de la bancada de ahí les regalaban maletas a los jóvenes y ustedes no quieren maletas, quieren grilletes para obligar a que se queden en su país; y trabajar así es esclavitud”.

La diputada de Vox no ha sido la única que ha manifestado durante la sesión de control su preocupación por la situación de los jóvenes. La diputada y portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, también ha hecho lo propio, aunque en su caso, ajustándose a los datos reales y exponiendo sus propuestas para atajar la problemática.

“Crisis, esa es la única forma de vida que ha conocido la juventud”, ha lamentado la dirigente de la izquierda abertzale. Una crisis persistente desde 2008 que ha condenado a los jóvenes a un “presente precario y un futuro sin expectativas”. Aizpurua ha reconocido los esfuerzos del Ejecutivo, pero “la situación sigue siendo insostenible”, por lo que apuesta no solo por políticas estructurales y transformadoras, sino otras más inmediatas, como aumentar el Salario Mínimo Interprofesional hasta el 60% del salario medio de cada territorio, recuperar las condiciones laborales previas a la reforma laboral de Rajoy, incluida la indemnización de 45 días por despido, otorgar el derecho a voto a los jóvenes de 16 a 18 años y, entre otras, aprobar una ley de Vivienda que facilite el acceso topando los alquileres y conteniendo los precios.