La hipérbole y la mentira forman parte del argumentario diario de Vox. La formación ultraderechista acostumbra a cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez y todo el que se ponga por delante, también contra el moderado Alberto Núñez Feijóo, recurriendo a todo tipo de burdas calumnias.

Haciendo gala de esta hoja de ruta para ganar adeptos que sumar a sus parroquianos en redes sociales, la cuenta oficial del partido comandado por Santiago Abascal ha tuiteado un fragmento de la rueda de prensa ofrecida este martes en La Palma por el presidente del Gobierno. Sánchez se sacudió los rumores de posible crisis interna en el Ejecutivo y una presunta remodelación que estaría valorando.

Lo negó de plano y urgió a la prensa a no intoxicar con cuestiones “que ni he pensado”. Vox afeó que, de esta forma, diera portazo a una posible reducción del Consejo de Ministros: “Seguirá sin recortar su megagobierno de 22 ministerios y miles de asesores”. Y añadieron: “Los recortes e imposiciones seguirán siendo para los españoles. ¡Elecciones ya!”.

Este es el ejemplo perfecto del famoso refrán “consejos vendo que para mi no tengo”. Y es que, mientras la ultraderecha clama por el recorte del “gasto político”, ellos mismos disparan el gasto en asesores en cuanto tocan poder.

Nada más aterrizar en el Ejecutivo de Castilla y León, primer gobierno autonómico que copan, el líder de Vox en la región, Juan García-Gallardo, asumió una vicepresidencia por la que cobra 76.355 euros -más que el presidente Alfonso Fernández Mañueco- pese a no haber asumido ninguna cartera. Es decir, no tiene funciones reconocidas.

Además de esta incoherencia, cabe recordar que hicieron campaña anunciando un tijeretazo al “gasto superfluo” y acabarían con los “chiringuitos”. Pues bien, fue llegar al Ejecutivo castellanoleonés y se disparó el gasto político un 20%.

En 2020 la Junta de Castilla y León contaba con 93 altos cargos y un gasto en asesores de algo más de 1,5 millones de euros. Con Vox, el número cargos políticos ha aumentado hasta los 99 mientras que el coste de los cargos de confianza se ha disparado un 20% hasta los 2 millones.