Se cumplieron las peores perspectivas. La extrema derecha ha entrado con fuerza en el Congreso de los Diputados. Vox ha obtenido 24 escaños y más de 2,5 millones de votos.

De este modo, por primera vez en democracia, un partido político ultra obtiene una fuerte representación en la Cámara Baja. No es una cuestión baladí teniendo en cuenta que el partido que lidera Santiago Abascal enarbola un discurso sin tapujos contra los derechos de las mujeres, inmigrantes y el colectivo LGTBIQ+. Vox también está en contra del Estado de las Autonomías y propone medidas tan cuestionables como la regulación del uso de armas o recortar el número de funcionarios.

A diferencia de lo ocurrido en Andalucía -donde se equivocaron las encuestas y solo unos pocos medios de comunicación como ElPlural.com pronosticaron la irrupción del partido ultra-, los sondeos sí que alertaron esta vez de que lo de las extrema derecha iba en serio.

No era un invento de los medios de comunicación ni una estrategia del PSOE para movilizar el voto de la izquierda. Una gran masa de votantes ha virado al partido de extrema derecha, que a raíz de sus resultados comenzará a obtener subvenciones públicas y recursos económicos suficientes para seguir marcando la agenda política de España.

Sin embargo, Vox no ha obtenido los resultados deseados por la dirección de la formación ultra. No han superado ni en votos ni en escaños a Ciudadanos ni a Unidas Podemos. Muy lejos se quedan los 70 diputados soñados. Son la quinta fuerza política y sus escaños, a diferencia de Andalucía, no serán determinantes para impedir que Pedro Sánchez siga gobernando España.

Y aún peor. Con su irrupción en el panorama político, los ultras han disparado a las formaciones nacionalistas en Euskadi y Cataluña.

Pese a los datos, Santiago Abascal, ha levantado el ánimo este domingo de sus seguidores congregados en el hotel en el que el partido ha seguido la noche electoral y ha avisado de que los 24 escaños logrados en estos comicios son "solo el principio". "Vox ha venido para quedarse", ha garantizado.

En este sentido, ha arremetido de forma muy dura contra el PP, al que ha señalado como el único responsable de la victoria de la izquierda. "La única responsabilidad la tienen quienes tuvieron 186 escaños y no fueron capaces de oponerse a la izquierda", ha reprochado.

"Para los que anhelábamos tanto, hoy es momento de alegría pero también de preocupación", ha reconocido lamentando no poder expulsar al "Frente Popular" del Gobierno. "No nos engañamos. Hoy España está en una situación peor que ayer, pero Vox es más necesario hoy que ayer", ha argumentado.