La llegada de la extrema derecha al escenario político español es una evidencia. No solo por la procesión de seguidores que acompañan a la formación en cada uno de sus actos, termómetro del tirón social que desprenden sus salidas de tono, sino por la fuerza demoscópica que ya arrastran los de Abascal.
Si hace un tiempo mirábamos con escepticismo a nuestros países vecinos, pensando que España todavía veía desde la lejanía la irrupción de según qué ideales, el mensaje ultra ha irrumpido sin avisar y con virulencia dentro de nuestra estructura de partidos.
Siguiendo las directrices del ideólogo Steve Bannon, asesor de campaña de Donald Trump e impulsor de ‘The Movement’ -organización de extrema derecha que aboga por la unión de los partidos populistas en Europa-, Vox está realizando una campaña bronca, tensa en las formas y claramente centrada en captar apoyos por lo civil o por lo criminal.
Las pautas son claras: hay que conseguir que se hable de ellos. Si es bien o mal es secundario, lo más importante es generar ruido en redes sociales, causar revuelo en pro de conseguir una mayor visibilidad. Y se han esforzado en ello, no cabe duda. Su mensaje monopoliza la esfera pública y centra la agenda de respuestas de sus adversarios.
Temáticas que hasta ahora no se abordaban a viva voz inundan, ahora sí, el debate público. A contracorriente, Vox trata de ganar adeptos entre esa “España silenciosa” contraria a lo socialmente aceptado.
Su campaña en Andalucía se erigió principalmente sobre tres pilares: mostrarse claramente antifeministas y perseguir a los trabajadores de los “chiringuitos” contra la violencia machista, tratar de derrocar la ley de Memoria Histórica y acabar con la “memoria impuesta” por los perdedores de la Guerra Civil y, por último, luchar contra la inmigración ilegal y hacer todo lo posible “para que los extranjeros, aunque tengan la nacionalidad, sean expulsados de España”.
Mensaje machista, racista y defensor de la época más oscura de la historia española que caló entre muchos andaluces, consiguiendo 12 escaños en su gran puesta de largo.
Ahora, volcados en conseguir más adeptos a nivel nacional, su discurso se amplía. Además del aborto, del que Santiago Abascal dijo que “es la cultura de la muerte” y que haría todo lo posible por prohibirlo, ahora se suman las armas.
En una entrevista concedida a armas.es, medio elegido por el líder de la formación para salir del secretismo que le envuelve, Abascal no dudó en defender el derecho a la autodefensa y a la tenencia de armas en casa para protegerse de una intrusión: “En Vox creemos que hay que ampliar el concepto de legítima defensa para que no se produzcan situaciones tan injustas como la que vivió ese anciano de Tenerife que fue condenado por disparar a un asaltante que entró en su casa y agredió y torturó a su esposa”.
La visión del resto de partidos
PSOE: “Son los que coquetean con Ciudadanos y PP”
El PSOE ve en la propuesta de Vox para facilitar el acceso de la ciudadanía a la posesión de armas una "crítica" velada a la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, quienes garantizan el actual nivel de seguridad del que gozan los ciudadanos en España, "uno de los países más seguros del mundo".
En rueda de prensa en la sede del partido en Ferraz, el portavoz adjunto del Comité Electoral del PSOE, Felipe Sicilia, ha asegurado que "lo más preocupante" en cualquier caso, es que PP y Ciudadanos estén "dispuestos a coquetear con un partido que tiene este tipo de planteamientos”.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, también ha sido tajante al respecto: "En temas como esos dejadme que no gaste ni un segundo”.
PP: “Quieren llevar armas por la calle"
El líder del PP, Pablo Casado, también ha cargado contra Vox, un partido que considera que está escondido ante las elecciones generales del 28 de abril porque su presidente, Santiago Abascal, "no aparece en los medios" y se dedica a hacer propuestas como "llevar armas por la calle".
A su entender, el PP es un partido "serio" mientras que Vox "no sabe gobernar ni una concejalía".
Podemos: “Que dejen de saquear el país”
La secretaria de Acción Institucional de Podemos, Gloria Elizo, ha señalado que no considera necesaria la propuesta de Santiago Abascal.
"No es necesario que las y los españoles tengan armas; es necesario que élites privilegiadas dejen de saquear impunemente este país”, ha recalcado tras recorda que Abascal dirigiera en su día la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocino Social. Para Elizo, personas como él, que "han cobrado 82.000 euros en chiringuitos públicos puestos a dedo”, no deben tener "acceso a las instituciones".
Ciudadanos: “Gilipollas” y “locos”
Diversos dirigentes del partido de Albert Rivera han advertido de los riesgos que entraña la propuesta de Vox. En su opinión, esta medida es una "ocurrencia" que supondría volver al "lejano oeste" y provocaría un aumento de los homicidios.
El más duro de todos los líderes de Ciudadanos ha sido el responsable de Política Fiscal, Francisco de la Torre, quien ha recordado que su capitán en el servicio militar le dijo que "las armas las carga el diablo y las disparan los gilipollas". "Hoy, las quieren repartir los locos", ha afirmado.
