Vox ha querido repetir el éxito obtenido en Vistalegre y lo ha conseguido. Más de 3.000 personas han llenado el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla en su acto de presentación de cara a las elecciones andaluzas, que tendrán lugar el próximo 2 de diciembre. 

La estrategia del partido ultraderechista sigue siendo la misma: atacar a los medios de comunicación y partidos que no comulgan con su pensamiento, cargar contra los inmigrantes y, en este caso, contra el expolio" de 40 años de PSOE en la Junta. "Redes clientelares", "chiringuitos" y "estómagos agradecidos" han sido los términos más repetidos para referirse a los socialistas andaluces.

Pero ha habido más, porque el presidente del partido, Santiago Abascal, ha propuesto el levantamiento de un muro en las fronteras de Ceuta y Melilla para frenar la inmigración, algo que recuerda a la política llevada a cabo por Donald Trump en la frontera entre Estados Unidos y México. Los perfiles entre Trump y Abascal se erigen similares, más allá del lema de "hacer España grande otra vez".

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El juez en excedencia Francisco Serrano es el candidato de Vox a presidir la Junta de Andalucia. En su discurso de este domingo, ha cargado duramente contra lo que el denomina "ideología de género". Para Serrano, se debe luchar contra las denuncias falsas y "perseguir el maltrato en su justa medida, denunciar cuando se deba y no cuando convenga". Y es que el partido ultra defiende ocho medidas, las cuales han sido leídas por los cabezas de lista de las diferentes provincias: El cierre de mezquitas fundamentalistas y expulsión de los imanes, derogación de la ley de memoria histórica, libre elección de colegios, fortalecimiento de fronteras, proteger los toros y la Semana Santa, además de "un sólo Parlamento y un sólo Gobierno para toda España" y terminar con el despilfarro del Gobierno de Andalucía.