El presidente de Venezuela ha regresado a Caracas después de una visita oficial a China donde ha buscado financiación para la maltrecha economía de su país. En el camino, decidió realizar una parada en Estambul para darse un festín al nivel de los más elitistas personajes del planeta.

De hecho, el autodefinido como “presidente obrero” ha querido que su comilona quede bien inmortalizada para poder fanfarronear en las redes sociales. “Esto es una sola vez en la vida” dice Nicolás Maduro ensalzando los suculentos pedazos de carne que disfrutaba junto a su mujer, Cilia Flores, recién servidos por el prestigioso cocinero turco Nusret Gökçe, apodado Salt Bae, acostumbrado a atender personalidades como Leonardo Di Caprio o Cristiano Ronaldo.

"Compartimos en un restaurante famoso. Le envío de aquí un saludo a Nusret, nos atendió él personalmente, estuvimos conversando, disfrutando con él (...), ama a Venezuela", ha dicho posteriormente el presidente en la televisión venezolana. Ante la lluvia de críticas, el selecto cocinero borró una publicación de su Instagram en la que agradecía la visita del mandatario.

En los vídeos también podemos ver como Maduro hace la digestión fumándose un puro habano. Se muestra en primer plano la placa dorada con su nombre grabado de la caja en la que los guarda tras recibir una camiseta del agradecido cocinero.

El exclusivo encuentro terminaba con un abrazo al cocinero y ganas de volver a probar su comida sentado plácidamente en el palacio de Miraflores: "Nos vemos en Caracas pronto. Gracias"

Esta opulencia ha generado especial rabia en Venezuela. El país que dirige Maduro se enfrenta a una fortísima crisis económica agravada por una hiperinflación que el FMI sitúa en el 1.000.000% para 2018. Esto quiere decir que los platos de Salt Bae, de entre 70 y 250 euros, representen entre dos y ocho veces el salario mínimo venezolano.

Esta muestra de lujo ha sentado mal incluso a los propios defensores del presidente de un país en el que, pese a la fractura social en lo que a política se refiere, la pobreza es el común denominador para el 87% de la población.

El banquete se produce meses después de que numerosas ONG’s alertaran sobre el aumento del hambre en una Venezuela en la que el 60% de las personas ha perdido un promedio de 11 kilos por culpa de una dieta con carencia de proteínas y basada en harinas.