El diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid, Eduardo Fernández Rubiño, conocido por su defensa de la comunidad LGTBI y de la educación pública, ha sufrido en sus propias carnes el repunte de ataques homófobos que se está produciendo en la ciudad de Madrid.

Como él mismo relató en Twitter, este lunes, sobre las 20 horas, entraba con su pareja en el metro de Lavapiés, en pleno centro de la capital, cuando un grupo de jóvenes les empezó a increpar y a gritar frases como “maricones de mierda” “iros a follar”.

Él mismo reflexionaba que, si no hubiesen estado en un lugar con cámaras y seguridad “nos hubieran intentado agredir físicamente”, y respondiéndoles que “se van a hartar de ver maricones este orgullo”.

La experiencia vivida por Rubiño y su novio, cómo él mismo ha reconocido, sólo es un ejemplo más del “repunte de los insultos y las agresiones” homófobas que se está produciendo en Madrid y que “tiene que ver con que cada vez tenemos más visibilidad”.

Estas afirmaciones vienen corroboradas por el último informe del Observatorio Madrileño contra la LGTBifobia que en 2017 contabilizó 321 incidentes, lo que representa un incremento de un 34% respecto a los 240 casos de 2016, mientras que sólo 101 incidentes terminaron con denuncia en comisaría.