Pese a que el independentismo se presenta a sí mismo como un ente único y cohesionado, la realidad es bien distinta. Las reacciones tras la sentencia del procés son un claro ejemplo de ello. Todos los separatistas han criticado el fallo del Tribunal Supremo, pero mientras la gran mayoría ha optado por alzar la voz de manera pacífica, un reducido grupo de exaltados ha escogido el camino de la violencia. Un sendero que ha deparado en enfrentamientos continuos entre radicales y Mossos, además de en centenares de imágenes durísimas que están dando la vuelta al mundo.
La violencia tocó techo en la noche de este viernes, tras la huelga general de Cataluña. Miles de radicales decidieron colapsar las principales calles de Barcelona, protagonizando auténticas batallas campales con las fuerzas de seguridad. Las imágenes fueron condenadas severamente por el cabeza de lista de ERC, Gabriel Rufián. Este, ante la ausencia inexplicable del presidente de la Generalitat, Quim Torra, se ha erguido en la voz del independentismo pacífico, y ha vuelto a demostrar la madurez política que ha experimentado en el último año. "Que tras protagonizar un día más las manifestaciones más hermosas, multitudinarias y cívicas de la historia de la sociedad catalana tenga que ver una noche más cómo se lo cargan los 300 salvajes de siempre es injusto, frustrante y soez. Lo repetimos: no nos representan", lamentó Rufián.
Su mensaje ha recibido el aplauso de miles de personas -en el momento en el que se está redactando este artículo acumula 17.000 me gustas-, pero también ha levantado muchas ampollas, especialmente entre los sectores más duros del independentismo, los mismos que han decidido esta semana paralizar las principales arterias de Barcelona.
El tuit de Rufián ha recibido también más de 9.000 comentarios, algunos de ellos cargando contra su figura y acusándole de traidor. Incluso, Mireia Boya, exdiputada de la CUP ha vaticinado que "los jóvenes pasaran por encima" del de ERC.
