Ayer una delegación de la comunidad judía residente en Cataluña acogió al presidente de la Generalitat, Quim Torra, en un acto para celebrar la festividad invernal de Jánuca. Sin embargo la celebración no fue completa y los asistentes no pudieron degustar los tradicionales buñuelos sufganiot de Jánuca, dado que Torra ha decidido que la Generalitat adopte públicamente su particular Ramadán

En lo que el propio Torra entiende como un gesto de solidaridad hacia los presos de Junts Pel Sí que están en huelga de hambre (no así los pertenecientes a ERC), la Generalitat no servirá comida, ni aperitivos en sus actos públicos. La huelga de hambre, a la que Torra no se sumará, pero si anima a hacer "ayunos intermitentes", pretende denunciar un supuesto bloqueo del Tribunal Constitucional a los recursos de amparo de los presos por sedición para que, supuestamente, no puedan recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, huído a Waterloo, ha alabado el gesto de sus compañeros de partido, si bien no ha anunciado que se vaya a hacer ayuno reivindicativo de ninguna clase.