El jueves, el Parlamento valenciano votaba una Proposición No de Ley (PNL) para blindar las medidas contra la violencia machista recogidas en el Pacto Valenciano contra la Violencia de Género. Unos acuerdos a los que se adhirieron todas y cada una de las fuerzas políticas con representación en la cámara autonómica en septiembre de 2017 y tejer un cordón sanitario en torno a Vox.

Esta iniciativa tuvo su germen en el seno del grupo socialista y del president Ximo Puig, después de que la fuerza ultraderechista Vox condicionase su apoyo a Juanma Moreno para investirle como presidente de la Junta de Andalucía. La posición de Vox al respecto constituía una clara amenaza para la vida de este texto. Por tanto, desde el PSOE se ha querido reforzar y poner en valor las medidas que conforman el pacto.

La proposición no de ley fue aprobada por prácticamente la totalidad de la cámara. No fue un pleno absoluto porque faltó la aprobación de Ciudadanos, que abandonó el hemiciclo cuando se procedía a votar. Este texto sí que contó con el beneplácito del Partido Popular, en contraposición de lo que ocurrió en Alcázar de San Juan.

Obligados por Cantó

Pero esta ausencia de la formación naranja en el momento de la votación no tiene otro nombre propio que el del candidato del partido a la Generalitat, cuyo desembarco ha causado conmoción en las filas ciudadanas y ha provocado que la fuerza se desmarque del consenso absoluto del hemiciclo.

Este texto presentado por el grupo socialista iba a alcanzar de nuevo el consenso de la cámara. La portavoz de Ciudadanos, Mari Carmen Sánchez, comunicó el cambio de criterio de la formación naranja. Esto coincide con la llegada de Toni Cantó, que ha propiciado la ruptura consensual en torno a la violencia de género, según ha desvelado El Confidencial.

 El diputado de Ciudadanos en el Congreso quebró este pacto al obligar a su partido a abandonar el hemiciclo. La excusa sobre la que se sustenta esta incomprensible actitud de la formación naranja es que la redacción de la PNL no hiciera referencia al Pacto de Estado aprobado en el mismo año en la Cámara Baja.

En el escrito se recoge el rechazo a “cualquier tipo de acuerdo con aquellas formaciones no firmantes del pacto de Estado contra la violencia de género”. Cantó quería ampliar distancias con Podemos – que se abstuvo porque la consideró insuficiente – con otro intento de justificación por su repentino desmarque.