Confirmado. El magistrado de la Sección II de la Audiencia Nacional Ángel Hurtado, será el presidente y el ponente del caso Bárcenas, asunto procesal que afecta a la supuesta contabilidad B del Partido Popular, según ha podido averiguar ELPLURAL.COM. Se le acumula el trabajo e este juez conocido como de talante conservador ya que también ha sido designado presidente y ponente del juicio previo al de Bárcenas, el de la primera época de la trama Gürtel que suma treinta y dos investigados y más de 400 testigos y se verá el 4 de octubre. Hurtado ha heredado pues el papel de los magistrados recusados por su posible afinidad al PP, Concepción Espejel y Enrique López.

Una herencia que debe tener su sentido dentro de la dinámica de la Audiencia Nacional pero que para el profano resulta cuanto menos chocante. No hay que olvidar que Ángel Hurtado se opuso en su momento a que sus colegas Espejel y López fueran recusados para juzgar estos dos casos por su presunta afinidad al partido que preside Mariano Rajoy, formación política vinculada a estos casos.

Llueve sobre mojado

Llueve sobre mojado porque tal y como ELPLURAL.COM ha adelantado en exclusiva, las dos nuevas piezas que han llegado a la Audiencia Nacional, AENA y Ayuntamiento de Jérez también del caso Gürtel, tendrán como presidenta y ponente a los magistrados recusados Concepción Espejel y Enrique López, que han retomado así su papel en el ámbito Gurtel.

“Cuesta también entender por qué el mismo magistrado debe ser presidente y ponente de dos temas tan complejos e implicados con el Partido Popular como son Gürtel primera época y ahora papeles de Bárcenas”, comentaba a este digital un ilustre jurista. “Sabiendo además que hay más jueces en esa sección”.

Una decisión que “ promovió” Espejel

Pero no hay lugar a dudas. Según el acuerdo de la Sala de Gobierno de la Audiencia de 24 de julio de 2015 el magistrado designado como sustituto por la causa que fuera deberá asumir la ponencia que ejerciera el sustituido. Lo peculiar es que esta decisión al parecer inapelable se tomó a instancias de la Sección Segunda presidida por la presidenta, Concepción Espejel, cuando ya surgía la polémica por su recusación y la de su colega Enrique López. Bien es cierto que en aquella reunión, según otras fuentes consultadas, no se hizo mención alguna de las entonces posibles recusaciones y se planteó como motivo el término “otras causas”.

En resumen y siguiendo las disposiciones de ese acuerdo, frente a otras posibilidades quedaba claro que le iba a corresponder a Ángel Hurtado sí o sí llevar los casos Gürtel y Bárcenas en el supuesto de que tuvieran lugar estas recusaciones, frente a la posibilidad de que fueran los otros dos jueces, Julio de Diego o José Ricardo de Prada, de carácter mucho menos conservador quienes tuvieran que responsabilizarse de estos temas. Así es como ha sucedido.

Recibiendo el testigo

Es decir, el juez Ángel Hurtado recibe el testigo de sus colegas recusados tanto en el caso el Gürtel primera época como ahora en el de los papeles de Bárcenas como acabamos de conocer, con ese doble y complejo papel de presidir el tribunal y plantear los argumentos que deben llevar a sus compañeros de sala a considerar los datos objetivos sobre los que basar su deliberación y posterior decisión. ¿No hubiera sido mejor repartir la tarea por otras fórmulas como podría haber sido un sorteo? “Hubiera sido preferible– añaden las mismas fuentes- Pero es duro llegar a pensar que quizás la voluntad fuera otra”.

“No es bueno que esta sea la solución pues se genera desconfianza hacia la actuación de la administración de justicia ya que aunque todo sea correcto en lo referido a la norma definida, esa misma norma es en apariencia chocante al saber cómo se elaboró o a instancias de quien. Aun dándola por buena, el resultado produce en el ciudadano desazón, frustración y escepticismo. Y ante todo la previsible sospecha de que no importan los medios, sino el fin perseguido”, concluyeron.