Las malas noticias no cesan para Mariano Rajoy. Tras vivir sus peores días en la política, que acabó con el gallego cesado como presidente de España en favor de Pedro Sánchez, el comienzo de esta no promete ser mucho mejor.

El martes se celebrará el Comité Ejecutivo Nacional del PP, convocado por el propio Rajoy cuando todavía era presidente del Gobierno. En él, los populares debatirán qué estrategia seguir para volver al poder.

Para sorpresa de todos, a la cita se ha apuntado José María Aznar, y ya ha manifestado que no va de paseo al Comité, sino que piensa tomar la palabra. De esta manera, será la primera vez que el expresidente del Gobierno rompa su silencio después de la detención de Eduardo Zaplana –exministro de Trabajo durante su legislatura, detenido por presuntamente blanqueo de capitales y un delito fiscal- y la sentencia de la Audiencia Nacional sobre la Gürtel, que condenó al PP por haberse financiado irregularmente.

Una envenenada herencia

Aznar reaparece en el momento más crítico de Rajoy, que incluso podría llegar a perder la Presidencia del Partido Popular, después de negarse a dimitir como aconsejaban desde las altas esferas del PP. Una situación tan delicada a la que posiblemente no se habría llegado sin la ayuda de Aznar. Y es que, miembros del equipo de Rajoy sostienen que ha sido la herencia de su antecesor en el cargo lo que ha provocado su estrepitosa caída. Y los números les dan la razón: solo dos de los ministros de Aznar –Ana Pastor y Manuel Pimentel- no están inmersos en casos de corrupción. Por no recordar la famosa boda de la hija de éste, Ana Aznar, donde todo la cúpula del Caso Gürtel estaba vestida de gala.

Por su parte, Aznar considera que es culpa de Rajoy y de su equipo todo lo que ha pasado, puesto que no ha sabido defender esa herencia. Asimismo, desde la Fundación FAES que él mismo preside se han hartado de criticar al Gobierno popular por no haber sabido llevar correctamente la crisis catalana. De hecho, Aznar ha dejado claro en más de una ocasión que simpatiza más con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que con su sucesor.

Existe gran incertidumbre sobre qué postura puede tomar Aznar en el Comité Federal. Sería una sorpresa mayúscula que tras tantos años y tanta corrupción, el amigo de George W. Bush entonara el mea culpa e hiciera autocrítica para reconocer su parte de culpa. Lo que sí no parece tan descabellado es pensar que Aznar puede aprovechar este momento de debilidad para encabezar una segunda moción de censura contra el que fuera su pupilo.