La primera vez que Podemos hizo aparición en unas elecciones andaluzas fue en el año 2015. Por aquel entonces, contaban solo con un coche de alquiler en el que iban dos periodistas y una furgoneta para Teresa Rodríguez y su equipo. Tres años más tarde, la campaña es muy distinta. Podemos se ha unido con Izquierda Unida formando Adelante Andalucía. Y ahora se pasean durante la campaña en un despampanante autobús con los rostros del tándem Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo.

La curiosidad informativa que despierta Adelante Andalucía va al mismo ritmo que las expectativas electorales. Según las encuestas, el PSOE se proclamaría vencedor, aunque con la necesidad de pactar con ellos o con Ciudadanos.

El Mundo publica hoy una entrevista a la número uno de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez. Desde el primer momento lo ha dejado claro: “Los acuerdos electorales no los decidirá Pablo Iglesias”.

Rodríguez ha manifestado que no es que los líderes nacionales de Podemos e IU no tengan protagonismo, “nos han acompañado”, pero dice que ellos no son ni Ciudadanos ni el PP. “Bastantes problemas tenemos en Andalucía como para que lo que marque la campaña sea el argumentario de Génova o de Ciudadanos”.

Alrededor de esta idea sobre que los líderes nacionales parecen estar un poco al margen de lo que está ocurriendo en Andalucía, Teresa Rodríguez no cree que Pablo Iglesias reste votos a Adelante Andalucía. “Le hemos invitado a toda la campaña y Pablo viene en la medida de sus posibilidades, dada su situación familiar. Vienen a ayudarnos en la campaña, pero siempre marcando nosotros la agenda de temas”.

Después de afirmar que la red clientelar del PSOE se parece mucho a la mafia, “¿cómo pactar con ellos?”, le preguntan. “En Andalucía hemos planteado no ir a una dinámica de pactos, sino de acuerdos puntuales. Hablando con todas las fuerzas políticas”. Porque sobre la posibilidad de “un acuerdo de todos los partidos contra Díaz” dice que a ellos les interesa el programa. “El nuevo ciclo no es de bipartidismo sino de multiporalidad y tendremos que reeducarnos en una política más nórdica, sin bloques cerrados”.

La propuesta de apoyar a Susana Díaz en la investidura sin pedir nada a cambio para ejercer la oposición de una manera más liberada, dice, le parece interesante. “Pero ese es un debate para después del 2 de diciembre. Este asunto se debatirá por todas las fuerzas de la confluencia con las bases sociales”.