La marejada tras la salida de Podemos de Sumar para pasarse al Grupo Mixto no ha hecho más que empezar. Este miércoles, durante los actos el día de la Constitución la imagen era de normalidad. Como ni nada hubiera pasado. Lo cierto es que horas antes, el anuncio sorpresa que hicieron los morados en una comparecencia de la Cámara Baja, provocó una cascada de llamadas. La estabilidad parlamentaria de la izquierda estaba comprometida durante los primeros minutos y tocaba empezar los movimientos en el tablero de ajedrez de la legislatura, que pende constantemente de un hilo debido a la ajustada aritmética parlamentaria.

La llamada más relevante fue la que hizo el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su socia y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Ambos analizaron qué estaba pasando y qué derivadas podría tener esta actuación, principalmente ante la ley más importante que tiene que abordar el Gobierno en las próximas semanas: los presupuestos de 2024. Esa llamada no fue la única. Fuentes de Sumar consultadas por este periódico señalan que se enteraron por la prensa de la decisión de los morados, que fue tomada de manera unilateral y sin previo aviso. “Hay gente de Podemos que ni siquiera lo sabía”, explican en Sumar deslizando que en el momento del anuncio Díaz y Belarra se encontraban trabajando juntas en la misma sala. Una cuestión que sorprende ya que ambas llevan sin compartir un espacio privado de trabajo desde la noche electoral del 23 de julio.

“Podemos no ha entendido que la dirección del grupo parlamentario es la que manda. No son el único partido integrado en la plataforma”, indican los magentas deslizando el transfugismo. “Es una nueva maniobra de la órbita de Pablo Iglesias”, añaden voces muy próximas a Yolanda Díaz. En el aire queda ahora qué pasará con las elecciones vascas y gallegas. Fuentes de Podemos señalan que llevan semanas reclamando a Sumar comenzar las negociaciones para concurrir juntos, pero que Díaz da largas a las reuniones de trabajo para ajustar los tiempos. Las mismas fuentes próximas a la vicepresidenta del Gobierno enfrían la posibilidad de repetir coalición en Galicia dado que Sumar es el partido fuerte: "¿Qué van a hacer? ¿Presentar a Pam?".

Los de Ione Belarra dejarán ahora -menos la de abandonar Sumar- en manos de la militancia cualquier decisión: “Las decisiones las adoptará la militancia”. El objetivo a medio plazo, “volver a ser el partido que lidere la izquierda alternativa”. Una cuestión que no es baladí ya que la propia Ione Belarra era vista con buenos ojos por el presidente del Gobierno para que repitiera en el Ejecutivo. Yolanda Díaz se negó a que Podemos tuviera algún papel.

Los comunes reclaman su escaño

Hubo dos llamadas más. Uno de los encargados de hablar con Podemos era Félix Bolaños, hombre fuerte de Sánchez y ministro de Presidencia y Justicia en el nuevo Ejecutivo. Éste se ponía en contacto con Ione Belarra, que, tras explicarle los motivos de la decisión, le aseguraba que desde Podemos no buscarán romper la legislatura y sencillamente operarán de forma autónoma y estratégica al sentir que han sido pisoteados y humillados por Yolanda Díaz y el Grupo Parlamentario que integraba a la plataforma tras los resultados cosechados el pasado 23 de julio. No solo se informó a Sumar. Podemos hizo sendas llamadas al PSOE y al Grupo Mixto anunciando su decisión.

“Todas las formaciones de izquierdas compartimos que lo importante es seguir avanzando en derechos sociales frente a la ola reaccionaria y ultraconservadora de PP y Vox”, aseguraba este miércoles Sánchez en el Congreso, quitando hierro al asunto dejando entrever que no habrá problema para sacar adelante las medidas que constituyen los pilares de la hoja de ruta progresista de la coalición de Gobierno.

La tercera de las llamadas fue, según fuentes de Podemos, de Lilith Vestrynge, secretaria de organización de Podemos, a Josep Vendrell, ideólogo de Sumar. Se produjo antes del anuncio de la salida e incluso se pudo ver como Yolanda Díaz abandonó el hemiciclo minutos antes de las cinco de la tarde tras, previsiblemente conocer la noticia. Sumar no se enteró por la prensa sino por una llamada de la número dos de Podemos. ¿Los detalles de la conversación? Informar de la salida. Ninguno de las dos partes ha dado detalles sobre el resultado de la misma ni el tono más allá del anuncio. No obstante, ha trascendido que los comunes han reclamado a la de Podemos que abandone su acta de diputada, ya que el puesto en las listas fue una cesión de ellos y consideran que, una vez roto el grupo parlamentario, desean recuperarlo.