La reducción de la jornada laboral ha sido aprobada por el Gobierno esta semana y ahora es necesaria su aprobación en el Congreso de los Diputados, por lo que el Ejecutivo necesitará buscar la mayoría necesaria para lograr su implementación. No obstante, algunos de los partidos ya se han mostrado reacios a darle luz verde, como Junts, que ha presentado una enmienda a la totalidad del texto y ha complicado el tránsito parlamentario de esta ley. Este rechazo no ha sido bien recibido por parte del líder de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, que ha asegurado que los neoconvergentes "son más inútiles que la última tostada del pan Bimbo".
"Es difícil gestionar que eres más inútil que la última tostada del pan Bimbo", han sido sus palabras exactas. "Y cuando tienes que gestionar que no tienes la más mínima utilidad para nadie, tampoco para la gente que representas o para los poderes que representas, pues suele haber una relación directa entre la inutilidad y los aspavientos y los excesos verbales y las pataletas que se adoptan cuando se dicen las cosas. Y yo creo que eso es lo que le pasa a Junts", ha continuado.
"Como no pinta mucho, como ha perdido cualquier espacio de poder de los que quería tener en Catalunya, pues necesita una permanente provocación, escenificación en el Congreso de Los Diputados y decir esta serie de cosas que son un poco la señal de la catadura democrática de estas personas", prosegúa el representante sindical,visiblemente molesto con la decisión de los independentistas. "Es lo que tiene el permanente pataleo y esta necesidad que tiene Junts de hacer política jodiendo al personal", sentenciaba.
Respuesta con recetas de ChatGPT
Por su parte, el líder de Junts, Carles Puigdemont, ha respondido ante estas palabras valiéndose de la herramienta de inteligencia artificial ChatGPT en su cuenta de X. "Una manera bien extraña de defender a los trabajadores de Bimbo eso de decir que hacen productos inútiles", ha arrancado el independentista.
A renglón seguido, ha añadido que ChatGPT le ha facilitado la tarea de encontrarle usos a la última rebanada del pan Bimbo, enumerando una lista de recetas de "croutons”, "bases para canapés" o "mini pizzas". "Como miembro de familia numerosa que soy he comido más sopas de pan que la media", añadía Puigdemont.
"Debería tener algo más de respeto por las familias trabajadoras que sí saben aprovechar la última rebanada o la última tostada, y por la gente que recicla y no hace desperdicio alimentario", ha aseverado también el líder de Junts.
La aprobación de la reducción de jornada
El proyecto de ley para la reducción laboral hasta las 37,5 horas semanales sin reducción salarial ha recibido esta semana el 'ok' del Gobierno tres meses después de sacar adelante el anteproyecto y tras aplazarlo una semana por el apagón. Ahora, tiene por delante el reto más complicado: el Congreso. Pese a ello, el tono del Ejecutivo ya es de celebración.
"Esta medida va a mejorar la vida de más de 12 millones de personas trabajadoras", ha señalado la ministra de Trabajo y Economía Social. Yolanda Díaz, que también se ha acordado de los que preveían la hecatombe con la aprobación de la reforma laboral, remarcando los datos positivos de empleo publicados este martes, y ha asegurado que son los mismos que en este momento están en contra. "Se equivocaron entonces y lo harán ahora", ha aseverado.
Más allá de los pronósticos de Díaz, para saber si finalmente todos los trabajadores ganan en derechos habrá que esperar varias semanas, cuando ya se hayan superado todos los trámites parlamentarios y se produzca la votación final. Hasta entonces, se abre el plazo de las negociaciones entre partidos con el foco puesto especialmente el Junts per Catalunya y el Partido Popular (PP), las dos derechas más cercanas a las patronales, que actualmente no parecen por la labor de dar su brazo a torcer, siguiendo las directrices del mundo empresarial.