Duro encuentro este miércoles en el Congreso durante la sesión de control. Con el caso Rato y la amnistía fiscal en boca de todos, el presidente y la vicepresidenta del Gobierno han tirado del argumentario distribuido por el Partido Popular hace unos días para escudar su actuación. Pero la mayor novedad ha sido que, por primera vez, el Ejecutivo del PP ha asumido que su "regularización fiscal" fue una "amnistía" en toda regla. Así, Soraya Sáez de Santamaría ha utilizado en tres ocasiones y con contundencia el término de "amnistía fiscal". Eso sí, la número dos del Gobierno lo ha hecho para echar en cara al PSOE que, a diferencia de las suyas, ésta estaba bajo control.
"Este Gobierno ha hecho una amnistía fiscal aplicando la ley y ha hecho una amnistía fiscal muy diferente de las dos que hicieron los gobiernos del PSOE que eran opacas, sin control, y, encima, dando intereses a los defraudadores".

Lo ha dicho en respuesta al portavoz del grupo socialista, Antonio Hernando, que había mostrado dos fotos de Rodrigo Rato con Mariano Rajoy. Sáez de Santamaría, visiblemente enfadada, ha seguido el guión marcado insistiendo en que “el fraude fiscal se persigue con independencia de cómo se llame” el investigado.

Por su parte Pedro Sanchez, ha acusado a Mariano Rajoy de poner las instituciones “al servicio del interés particular del Gobierno y del PP”, produciendo un deterioro su la calidad democrática. En su respuesta, el presidente del Gobierno le ha reprochado que él sólo ha visto una "pérdida de calidad en la oposición democrática". El jefe del Ejecutivo ha defendido la independencia de la justicia, en relación al caso Rato y se ha negado a hacer pública la lista de los contribuyentes que se acogieron a la amnistía fiscal y que reclama el principal partido de la oposición.