“Hemos actuado”. Esa ha sido la alocución más repetida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al mentar la dramática escalada de precios de la factura de la luz. Durante una conferencia pronunciada en la Casa América en la que ha dado el pistoletazo de salida al nuevo curso político poniendo sobre la mesas sus prioridades, Sánchez ha hecho referencia a la subida en el precio de la luz situándola como una parte fundamental de la “agenda reformista” que emprenderá el Ejecutivo, pero recordando al mismo tiempo que ya se han implementado medidas para mitigar el disparate en que se ha convertido el mercado mayorista eléctrico.

El presidente ha subrayado que la situación es hartamente “compleja”, haciendo especial hincapié en este adjetivo y argumentando que, en consecuencia, "no podemos dar una única respuesta, sino una agenda reformista con medidas coyunturales, estructurales y un compromiso inequívoco de protección social”.

Sánchez ha evitado culpar a gobiernos anteriores de las consecuencias, aunque “las hay”. En su lugar, ha manifestado que su intención es “mirar al presente y al futuro”. En este sentido, ha espetado que se hace “cargo de la preocupación social”, incidiendo ene ue “el Gobierno ha actuado, actúa y seguirá actuando hasta solucionar el alza delos precios”.

“Hemos bajado el IVA del 21% al 10%, hemos suspendido el impuesto del 7% sobre el valor de la producción de la energía eléctrica. Hemos ampliado el bono social, aprobado el bono social térmico y estamos actuando con la tramitación parlamentaria del Proyecto de Ley del fondo nacional del sistema eléctrico”, ha recordado. Además,  “estamos pidiendo una tramitación parlamentaria rápida y la aprobación mayoritaria en el Congreso”, ha dicho.

También ha destacado que “actuamos con las subastas de energía de potencia renovable. Actuamos con ayuda directas al autoconsumo, a la eficiencia y rehabilitación energética”. Eso sí, ha precisado que “tenemos que tener claro que vamos a actuar siempre dentro del marco regulatorio europeo”, haciendo referencia a las manifestaciones realizadas por sus socios de Gobierno de Unidas Podemos, que han hecho un llamamiento para convocar movilizaciones y presionar a los socialistas.

Sánchez ha asegurado que, a todo este paquete de medidas, habría que sumar que se está impulsando un debate sobre la adaptación de las reglas del mercado al nuevo contexto de precios al alza y de la transición energética.

En pie de guerra

Sánchez ha evitado avivar la polémica que asola al Gobierno con respecto a este espinoso asunto. Los socios morados plantearon intervenir el mercado para reducir los beneficios del "oligopolio" eléctrico y rebajar de forma inmediata la factura de la electricidad. Propusieron también limitar por decreto el precio de la energía nuclear y la hidroeléctrica. En ambos casos cosecharon un ‘no’ por respuesta, lo que propició que varios de sus dirigentes agitaran las calles e hicieran un llamamiento a la movilización ciudadana. Hasta el exvicepresidente del Gobierno y exlíder de UP, Pablo Iglesias, ha roto su silencio para instar a Pedro Sánchez a cumplir el acuerdo de investidura.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, sí que ha entrado en el cuerpo a cuerpo. En una entrevista en El País, ha afeado la actitud de sus compañeros de Gobierno tildando incluso de “bombas de relojería” las inasumibles propuestas de Podemos. Asimismo, les ha reprochado que deslicen que carece de “sensibilidad social” y sirve a los intereses de las empresas del Ibex 35: "Que ahora algunos compañeros insinúen que estás coaligado con no se sabe qué empresas del Ibex a las que estás poniendo en firme, hombre, muy agradable no es”.

En la misma tónica que Sánchez, Ribera ha garantizado que “estamos muy pendientes”, pero ha admitido que “no hay varitas mágicas”: “Es muy importante ser cuidadosos para no adoptar medidas que más tarde supongan condenas por incumplimientos de cosas que sabíamos que no podíamos hacer”, ha dicho en referencia a la normativa comunitaria.