El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido al presidente de Francia, Emmanuel Macron en la escalinata de acceso al edificio principal de la sede de la Presidencia del Gobierno, donde ambos se han fundido en un abrazo y han posado brevemente para los informadores gráficos. El presidente francés ha llegado a la Moncloa con casi dos horas de retraso debido a problemas de agenda, y al término de la reunión, Sánchez y Macron asistieron a una cena ofrecida por el Rey. 

Elecciones en 2020

Sánchez, ha avanzado en la rueda de prensa posterior al encuentro con Macron, que el Ejecutivo agotará la legislatura y que cumplirá con la responsabilidad que le corresponde al frente de La Moncloa para presentar unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) de cara a 2019.

"Estamos en un sistema democrático y elecciones habrá en tiempo y en forma, es decir, en 2020", ha subrayado el jefe del Ejecutivo en la rueda de prensa en Moncloa tras reunirse con el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron.

En este sentido, Sánchez ha reclamado a los grupos parlamentarios con representación en el Congreso que asuman su responsabilidad y aprueben el objetivo de déficit y deuda y el techo de gasto aprobados hace una semana por el Consejo de Ministros y ha lanzado un llamamiento especialmente al PP para que dejen el "interés partidista" y apoyen estas medidas.

Cumbre sobre inmigración

Los Gobiernos de España y Francia quieren convocar una reunión regional en España de los ministros europeos y africanos dedicados a asuntos migratorios para analizar los flujos migratorios en los países de África y "explorar posibles iniciativas comunes".  La voluntad de celebrar esta cumbre ministerial se recoge en una declaración sobre el reto de la inmigración y el asilo al que se enfrenta Europa, firmada por España y Francia. Así, apuestan por reforzar Frontex y consideran "indispensable" contar con más recursos "humanos, materiales y jurídicos", proteger las fronteras y facilitar el retorno de los migrantes sin derecho a asilo.

Ante el "reto" de la acogida de personas rescatadas en el Mediterráneo por ONGs, entienden preciso desarrollar un modelo "organizado" destinado a "gestionar el tratamiento de los migrantes económicos irregulares" y de los refugiados necesitados de protección". Para ello, Francia y España apoyan los "centros controlados" y la "plataformas de desembarco" planteados por la Comisión Europea para desarrollar nuevas herramientas junto a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

También quieren dar prioridad a la "acogida y tratamiento" de los emigrantes según los principios de responsabilidad y solidaridad, y consideran el caso del buque Aquarius un "ejemplo de solidaridad europea", por le que propone un "mecanismo temporal" inspirado en la forma de cooperación voluntaria entre Estados que se puso de manifiesto con el desembarco de personas del buque Lifeline. La declaración muestra la disposición de los dos países para mejorar el apoyo y la cooperación con los países de origen, tránsito y destino de migrantes, en particular Marruecos, y alcanzar un "alto nivel" cooperación similar con los países africanos de origen o tránsito, con medidas de desarrollo económico, seguridad conjunta y lucha contra tráfico de personas.